La huelga general convocada por diferentes sindicatos como UGT y CC.OO., además de por plataformas impulsadas por el importante movimiento 15M, transcurrió con relativa normalidad a primera hora de la mañana en los principales puntos de Madrid.
Tal y como declaró un piquete informativo en la estación de Sol a UEMCom.es, “los servicios mínimos establecidos se han cumplido, pero esto aun así ha supuesto en algunos casos esperas de hasta 30 minutos según los usuarios”.
En los comercios de la capital la situación a primera hora de la mañana se desarrolló de manera más complicada, ya que los establecimientos situados en las inmediaciones de Sol en calles como, Gran Vía, Carretas o Preciados permanecieron cerrados. Y en lo que estaban abiertos, la presión de los piquetes fue determinante para cerrarlos aun contando con el respaldo de un gran número de policías en los establecimientos donde transcurrieron los mayores altercados.
Los protagonistas de las concentraciones de Gran Vía, fueron sindicalistas además de estudiantes, pero finalmente, tras la trayectoria que los representantes de la movilización proponían sin éxito para el trascurso del recorrido al numeroso cuerpo de policía que allí permanecía, acabó disgregándose.
Lo más significativo de la mañana del miércoles resultó el silencio que a las 10:00 se apreciaba en la Plaza de Sol. En esta plaza permaneció con un amplio dispositivo policial entre una veintena de furgones y numerosos agentes que trasmitían una tensión patente en el resto de la jornada.
La tarde en Madrid contó con una multitudinaria manifestación desde la estación de Atocha hasta la plaza de Colón, donde la afluencia de gente a diferencia de las concentraciones de la mañana fue masiva; en ella se concentraban profesores, personal sanitarios y estudiantes entre otros sectores, quienes mantuvieron la defensa de los que consideran derechos fundamentales y temas muy importantes en la sociedad atacados por la clase política actual tras consignas como «nos dejan sin futuro hay culpable hay soluciones», «sin pan, no hay paz”, «su botín, mi crisis» o en educación «hoy no voy a clase para que mañana podamos ir todos «.
Los manifestantes recorrieron las calles de Madrid entre una mayoría pacifica y reivindicativa que busca soluciones para según aseguran “garantizar no solo el futuro sino también el presente”. Algunos manifestantes quisieron señalar que “hoy han hecho huelga por todos aquellas personas que quieren secundarla por compartir las mismas ideas, pero no han podido permitírselo económicamente ya que en ocasiones son familias con hijos y miembros en paro”.
Finalmente tras terminar la convocatoria y cuando una mayoría asistente a la concentración se retiraba, comenzaron los primeros conflictos que han supuesto detenidos y heridos entre los que se encontraban miembros de la policía. Las salidas en transporte público desde la estación de Atocha de Madrid fueron muy complicadas, ya que el reducido número de trenes y la cantidad masiva de usuarios provocaron momentos de tensión en los andenes, que sumados a las largas esperas y la llegada de trenes sin capacidad para más personas, dificultaron el orden en la estación.
Laura Mortato Hervás