Está todo por hacer.
Ahora, en este momento empieza todo. A pesar de que los periódicos digan que hoy tampoco. Justo ahora está todo por hacer y quizás más que nunca, también por mejorar.
Hoy empiezo a representar mis ideas, porque los que prometieron hacerlo tienen otras preocupaciones muy diferentes que nada tienen que ver con mis ideales ni con nada en lo que ahora creo y me preocupa.
Defenderé todo aquello que ataquen, sin ningún miedo, una y otra vez, hasta que no tenga la necesidad de proteger lo que nunca debía verse amenazado, hasta que tenga claro que nunca jamás ni necesidades básicas y derechos fundamentales de cualquier persona dependerán del dinero que tenga ni de los beneficios que obtenga nadie.
Porque como diría alguien ficticio que nunca existió, en una película como “V de Vendetta”: Nuestra integridad vale muy poco pero es todo lo que tenemos, el último centímetro que nos queda si la salvaguardamos somos libres.
Así que las ideas que ocupaban el tiempo libre que tenía, hoy recogen la importancia que siempre han tenido y ya no pueden esperar al lunes que viene ni a ningún otro lunes ya que como dice Andreu Buenafuente: La vida empieza cada cinco minutos, los cinco próximos pueden cambiártela del todo”
Aunque no será fácil, seguro que tampoco será tan difícil como me lo imagino o como protegiéndose muy bien, me han hecho creer que es, cuando una y otra vez escucho: ¿ahora? ¿Seguro?, pero si estamos en crisis y todo está mal, aquí, justo en este momento empiezan los obstáculos, pero estos serán fáciles de superar, porque esto estarán puestos por gente que nunca se atrevió a intentarlo, así que entonces: “Si ahora y Sí seguro segurísimo”.
Puede ser que las dificultades económicas lo compliquen un poco, pero eso forma parte de una crisis económica y no social, que es mi objetivo, y no las juntes o alguien creerá que se puede sacrificar una en beneficio de la otra y nada más lejos de la realidad, los valores sociales nunca más van a ser excluidos por los económicos, y mucho menos cuando gran parte de la economía haya estado de camino a esquiar a suiza, volando en aeropuertos sin aviones, destinado a aumentar los sueldos de expertos en apalabrados o en confeti de diversos colores, entre otros muchos destinos. Tampoco volveré a dudar de mi inteligencia por muy convencido que escuche a un hombre decir, que construir un aeropuerto sin aviones tiene sentido y lo defienda con tanta contundencia que asuste porque además me acuse de no entenderle y justo aquí, justo en este momento, empezaron mis próximos cinco minutos, cuando pensé: sí es cierto, es esto tienes razón, no lo he entendido pero no esperaré más a que me lo expliques o a encontrar un argumento que de sentido a todo. Además que nadie me identifique o intente representarme con alguien que no creo ser, ni me otorguen una responsabilidad, sobre la que nunca he decidido. ¿Qué pasa si no creo haber vivido por encima de mis posibilidades?, como tantas veces me han acusado. ¿Qué pasa si no creo que tenga que afrontar unos gastos que no he asumido nunca? O si no quiero ayudar a una entidad privada, que ha cometido los mismos errores que ellos no perdonan a familias en situaciones mucho más complicadas, críticas y sin posibilidad de que nadie les rescate o ayude como a ellos.
Entonces sí, decidido: me atrevo, no solo porque Carlos Fabra lo ha hecho, consiguiendo convertir en realidad la idea de construir un aeropuerto para pasear con su nieto, nunca me compararía con alguien tan afortunado, ¿10 premios de lotería?; él no se jugó nada, él no se atrevió, sabía que ganaría, él tiene siempre más posibilidades de ganar que nadie, aun así, me atrevo y si todo me sale mal, asumiré los “ya te lo dije” de los que nunca se atrevieron, pero saldrá bien y es que nunca tendré tantas fuerza ni gana de conseguirlo. Y como dice Pau Garcia Mila “nunca seré tan joven como justo ahora” y si sale bien, no haber tenido suerte, como la misma gente que nunca se atrevió me dirá. No será suerte, será mucha cosas, menos suerte, serán todas las ganas que puse en algo en lo que creía muy seriamente, cuando alguien podía verlo imposible, así que como alguien leyó en una frase de imán de nevera “Nunca soplaran vientos a favor de aquellos que no saben dónde van”. Hoy vamos a atrevernos y realizar todas las ideas que siempre hemos tenido o que podemos empezar justo ahora.
Empiezo y defiendo esto: no creo que la política sea lo que han hecho de ella y nos han hecho creer que es, no creo que sea el problema, sino siempre la solución y las personas que lo forman no pueden ser consideradas, por los ciudadanos, como el tercer problema de España, creo que es un sutantivo,cada vez as necesario, importante y basada en términos que muy que ahora muy a mi pesar, sugieren muecas de incredulidad cuando se escuchan palabras como solidaridad, responsabilidad, compromiso y honradez, y que con propósitos y objetivos tan increíbles, actualmente, como realistas se consiga lo que muy frecuentemente se olvida.
Siempre habrá algo por lo que defender y por lo que luchar y sino… nos lo inventaremos y será la causa más importante de todas porque nos habremos atrevido a volver a luchar por ella y volveremos una y otra vez pero empezaremos justo ahora.
Laura Morato Hervás