“El poder del miedo”

También aquí, hasta en lo más importante, en lo más valioso, hay condiciones, cuando encuentras un requisito hasta en la libertad de expresión y sobre todo en la libertad de pensamiento, puedes convencerte, una vez más, de que nada es perfecto, pero quizás estén tan cerca de serlo, por esos requisitos que a pesar del paso del tiempo y del mundo, protegen el significado de cada una de sus palabra, para que nadie intente restarle significado, aunque mientras estén creyendo que potencia su valor ejerciendo sus libertades con todas sus  fuerzas  y es que la propia libertad de pensamiento y de expresión tienen el incordioso obstáculo y el increíble límite, de  llegar hasta donde empieza la de todos los demás, por eso, no debería haber disculpas, ni excusas para el que no entienda, ni respete ideas diferentes a las suyas.

A partir de aquí, todo es práctica y aprendizaje, pero el cupo de errores  ya está cubierto por la historia del mundo y ya no pueden cometerse más y de la manera más interesada posible recurro a Mandela para defender que:”De una desmesurada catástrofe humana debe nacer una sociedad de la que la Humanidad se sienta orgullosa”.

Nunca nadie volverá a tener miedo de pensar diferente, nadie podrá volver a prevalecer sus ideas sobre la de los demás, tampoco creará prejuicios que condenen a aquellos sobre los que recaen, no dejaremos que el miedo vuelva a ocurrir, ni aunque la situación sea como la actual en muchos lugares, donde la economía este en ruinas, ni aunque las posibles soluciones que deberían promover nuevas políticas, no existan, ni aunque se encuentren algunos beneficioso o nos podamos sentir más cómodos en ocasiones, como se platean en la película alemana de “ La Ola” donde sin  vivir una situación dramática, los protagonistas acceden a formar parte de un grupo, de una unidad, donde se sienten más a gusto y reforzados sin apenas seguir unas ideas definidas y con la única ayuda de símbolos y acciones que les unen.

Pero no volveremos a cometer los errores de la historia, ni a protagonizar una peli en la realidad, ni si quiera cuando pensemos que es el único clavo ardiendo al que poder agarrarnos, quizá esto último, la imposible visibilidad de otra salida, haya provocado que el  siete por ciento del electorado en Grecia haya votado al partido neonazi “Amanecer Dorado” donde muchos desempleados, desahuciados y hambrientos sin ningún otro recurso, en situaciones tan llenas de tristeza como inimaginables e incomprensibles para alguien como yo, hayan decidido votarles esperando soluciones a los problemas.

Pero incluso  en una terrible situación donde parece no haber nada, siempre hay algo, y aquí recuerdo la historia que tantas veces he oído contar a José Luis Sampedro, en la que comienza citando un libro de Salvador de Madariaga en el que aparece un humilde y hambriento jornalero que en el tiempo de la republica, se encuentra en la situación de recibir un penique si decide votar al cacique que le explota en sus campos y lleno de dignidad y moral, sin dejar ni un segundo de lado a sus ideales contesta “en mi hambre mando yo”.

Mi situación nunca ha sido la suya, pero de momento tampoco renunciare a lo que pienso, no puedo cometer el error de dejar a alguien creer que un acto fascista como el del 11 de septiembre en Madrid, mientras la celebración de la diada, es  “El primero de los pasos” de un camino, que no deberíamos permitir que visualice nadie, ni siquiera que planten la idea de que habrá otro paso, que siga a ese. Una sociedad como la nuestra, que cada día presume de albergar una democracia, tampoco puede permitir que alguien tan cobarde, como para amenazar con un mensaje así, intente sembrar algún terror o provocar miedo, que intente conseguir que no reaccionemos o sigamos adelante.

 

Aunque tengamos recuerdos que cada día construyan la certeza, de que la libertad de expresión y de pensamiento jamás se volveran a ver amenazadas, debemos alejarnos del miedo todos los días y no disculpar o proteger  a nadie que intente que esto cambie.

Laura Morato Hervás

 

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Alguien como David Trueba

1560732_1438816929668476_474635235_nMuy pocas cosas son casualidad o producto de un golpe suerte, casi todo necesita algo, aunque sea una pequeño movimiento, que impulse la consecuencia de que más tarde suceda.

Quizá por esto, en la XXVlll gala de los Goya, David Trueba no parecía sentirse sorprendido, ni siquiera, aunque fuera por un instante, importante tras recibir tres premios de  la Academia de Cine a su trabajo como director y guionista en la película “Vivir es fácil con los ojos cerrados”.

Parecía alguien que encontró una meta que no buscaba, como consecuencia de su trabajo contando historias de la mejor manera posible mientras despertaba pensamientos, sentimientos y emociones en cada película, parecía alguien quien, disfrutando de cada momento del camino, creo “vivir es fácil con los ojos cerrados” desde una idea con esfuerzo, ganas y  las más simples e increíbles realidades de la vida como acompañantes de viaje.

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Alguien como David Trueba podría ser protagonista de sus películas, no por ganar premios, ni ser protagonista de actualidad más o menos días, tampoco lo sería si volara como Superman o luchara como indiana Jones, seria protagonista  de una película como las suyas, si fuera alguien como el profesor Antonio San Román, durante la dictadura franquista  que ahora refleja “vivir es fácil con los ojos cerrados”,  por ser un granito más de arena, sin los que la playa no existiría, por hacer historias sin escribirlas, por crear día a día una vida sin dejar nombre en ningún lugar.

Como el final del camino, de historias propias y de películas para el corazón, David Trueba abre los ojos a personajes y espectadores de sus películas, aunque sea difícil para encontrase a si mismos y los sueños que persiguen.

Vivir es fácil con los ojos cerrados pero si los abres viendo las películas de David Trueba no los querrás volver a cerrar.

 Laura Morato Hervás

Somos lo que jugamos

Una vida entera, desde que nacemos y alguien nos reta a descubrirle, detrás de sus manos que se abren y cierran mientas nos dice “cucutras”,  una vida entera, siendo una pieza más de un enorme tablero, en el que con más o menos conciencia, en algún momento, decidimos jugar, siendo muy difícil, casi imposible, evitarlo.

Puede parecer que estamos terriblemente condenados a formar parte de un juego impuesto desde siempre y para siempre, parecido a un laberinto sin salida, del que no existen posibilidades de escapar y que nuestra intervención en el destino que nos depare, no tiene lugar, quizás Platón tenía razón y todos seamos “juguetes al servicio de los dioses”, pero puede ser que ser una pieza más ,sin la que el tablero perfecto no existiría, nos proporcione todo lo que somos, o todo lo que queremos llegar a ser y que quizás si abandonáramos la partida jamás podríamos llegar a alcanzar, en este punto cabe la posibilidad de que Plantón vuelva a tener razón manteniendo que “El juego es la manifestación inteligente de la vida”.

Otros autores como Jon Huizinga en su obra “Homos ludens” también consideraron que “La cultura nace jugando”, cuando en el colegio nos dieron un papel con nueve tablas repletas de números, recordamos que parecía imposible recordarlas si a ese papel no le hubiera acompañada una canción que hizo y consiguió que el aprendizaje fuera más fácil o al menos más entretenido hasta el momento de recitarlas sin titubear.

Sin el juego, sin el reto constante de ser mejor y de mejorar, de aprender hoy lo que ayer no sabíamos, la cultura no sería posible, por esta  conducta y de este motivo nace la posibilidad de trasladarlo a cualquier ámbito, de ampliar el juego del que somos piezas a nuevos escenarios y con nuevos propósitos y objetivos, de gamificar en algún sentido todo lo que nos rodea, por ejemplo,  las redes sociales cada día cuentan con más usuarios dispuestos a aceptar las reglas del juego para ingresar en la partida online, entre muchos otros, este es el caso de twitter, la red social que plantea el reto de expresar una idea, un comentario o una opinión en 140  caracteres, además de la interacción y el seguimiento con otros usuarios con los que compartir las mismas opiniones, ideas, gustos e intereses, creando , diseñando  y perfilando así un espacio a tu gusto, sobre lo que quieres aprender o conocer más, con acceso a las opiniones del mundo entero, que enriquezca los únicos puntos de vista a los que tendrías acceso sin entrar en el juego de twitter.

Pero en todos los juegos para conseguir ganar necesitas correr algunos peligros que no pueden ser ajenos a ti, si te descuidas o no entiendes bien la partida en la que hayas decidido estar inmerso, en cualquier momento puedes caer en la casilla equivocada que te deje para siempre atrapado en el juego sin posibilidad de salir, por eso es importante conocer las reglas del juego, las que nos proponen y las que solo nosotros decidimos asumir, atender entre todos los jugadores a los límites de la partida, con los riesgos y oportunidades de ganar siempre presentes y conocidos.

La presencia de los existentes peligros al decidir jugar plantea muchas preguntas: ¿Sería mejor si fuéramos independientes de todos los juegos? ¿Si estuviéramos al margen de la gran partida que se juega cada día en el mundo?, ¿sin dejar que nadie manipulara de alguna manera lo que percibimos y la manera en que lo hacemos?

Seguramente muchos crean que sí, sin duda, sería mejor o al menos más fácil no estar expuesto a todos los riesgos y casillas equivocadas que el juego presenta, reduciendo su ámbito, cerrándolos de alguna manera al mundo, queriendo vivir en un burbuja de cristal que nadie pueda explotar para ponerlos en peligro, dispuestos a asumir, esta vez, sin ningún miedo, que prefieren ser felices aunque ignorantes sin conocer, con todas las posibilidades, lo  que ocurre a su alrededor,  aun así y con la posibilidad de caer en la peor casilla del juego, casi todos decidimos jugar sin perder las increíbles oportunidades que el juego ofrece, la sabiduría y conocimiento que podemos adquirir entre turno y turno en cada partida, hasta ser lo que jugamos.

Laura Morato Hervás