Indiana Jones jamás será Marcos

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Marcos podría ser Indiana Jones. Si Indiana Jones fuera más valiente, algo más aventurero y sobretodo más luchador, si Harrison Ford no dispusiera de todas las comodidades de una estrella de Hollywood, o si se atreviera a vivir en una sociedad como la nuestra siendo Marcos. Quizás Indiana Jones jamás podría ser Marcos.

Conocí a Marcos andando aburrida por unos pasillos, hace unos días en un hospital de Madrid, parecía tan aburrido como yo, esperando a que la máquina de café se convirtiera en una máquina  de algo que nos apeteciera tomar o que al menos nos gustara un poco,  le dije un chiste que acaban de contarme sobre “inda-pendizarse del apéndice”, se río y cambio de gesto, sabía que realmente mi chiste no tenía gracia, entonces con la habilidad que tengo para hacerme amiga de toda la vida con personas que conozco hace cinco minutos, supe que él sería una de ellas.

Marcos es…el mayor friki de las películas de Indiana Jones, de las tres películas, porque afirma que nunca se rodó una cuarta llamada “La Calavera de Cristal”, en la que apareciera su Indiana Jones, Marcos es arqueólogo, le gustan las letras de Sabina pero no su voz, los chistes sin gracia,  porque reflejan la valentía de quién los cuenta y jamás viajaría a un lugar, sobre el que le hubieran hablado antes, Marcos tiene ahora 28 años y desde los 22 también es más valiente que antes, desde que padece una dependencia severa de grado 3, tras sufrir un derrame medular, por el que quedó tetrapléjico, su familia se dedica desde hace seis años, todas las horas del día, todas las semanas del mes y todos los meses de cada año a cuidarle desde entonces, siempre tiene cara de enfadado para que tengas más fácil la posibilidad de saber que le estás haciendo feliz, cuando él quiera, simplemente con una mueca distinta, que se parezca a algo así como a una media sonrisa.

Empecé a contarle algo (que no recuerdo) los cinco minutos siguientes de ser amigos para toda la vida mirando una máquina de café , algo por lo que estaba muy indignada y mientras se me iba la vida contando algo tan importante, como para ahora no recordarlo, escuchamos de lejos a  su enfermera preguntando donde  estaba el paciente discapacitado de la habitación 309 para darle la cena, como siempre tuve que hacerme la lista y como si él no lo hubiera oído, le dije ¿quizás eres tú no? Y me contesto (seguro que lo  tenía pensado  y preparado de otra vez) que él no se llamaba así y ella lo sabía, él no era “el discapacitado”, me dijo que  todas las enfermeras  se pasaban el día rompiéndose la cabeza haciendo juegos de eufemismos imposibles para no ofenderle, mientras el fingía  estarlo y a ninguna se le había ocurrido llamarle por su nombre,  Marcos es discapacitado para realizar cualquier movimiento, conoce mejor que nadie sus limitaciones pero también todas las demás características que hacen de él ser quién es, Marcos y no cualquier otra personas discapacitada.

En España hay cerca de 1.000.000 de personas dependientes, que no son solo eso, pero que lo son y que necesitan de otras personas para poder ser el resto de cosas que quieran y desarrollar el resto de sus capacidades, en diciembre del año 2006 se aprobó la ley de dependencia que prometía nuevas realidades para Marcos y cerca de 999.999 personas más ,  la ley que les  prometía la posibilidad de poder tener una mejor calidad de vida, con ayuda para los familiares que limitan sus vidas para cuidar de sus familiares o conocidos, la ley que dibujada en el futuro cercano la  posibilidad de hacer frente a los cuantioso gastos económicos que tienen que invertir en acondicionar sus entornos para llevar a cabo su vida de la mejor manera posible.

Tras estas promesas convertidas en ley, en vigencia y modificada con reales decretos  que jamás se cumplió, como alguien pretendió, se recortaron 822 millones de euros en ayudas a la dependencia y Mariano Rajoy esta vez, sí cumplió su programa electoral al declarar que: “La ley  de dependencia no es viable, hay que ir haciendo lo que se puede”, no reparó en que quizás, ese es el motivo por el que se impulsó esta la ley, la no capacidad de poder hacer lo que podrían, pero Marcos no espera la solidaridad de nadie, ni encontrar en la caridad, el sustituto de la justicia social que le corresponde.

Cuando me marchaba encontré que había una maquina en la planta 0 que tenía Café, pero también Chocolate y leche,  fui corriendo a decírselo a Marcos y volvió a cambiar la cara de enfadado, para que yo supiera que le había hecho feliz, al día siguiente me enteré que no podía tomar lactosa, pero quise creer que “la posibilidad que yo le había dado de que algún día pudiera hacerlo le hizo feliz y le impulso las ganas a conseguirlo”.

Indiana Jones jamás conseguiría ser Marcos.  Indiana Jones solo podrá  morder ese cuchillo como Marcos muerde cada día la vida.

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Pájaros en la cabeza

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“Soy un soñador práctico lo que yo quiero es convertir mis sueños en realidad” Mahatma Gandhi

Las ideas son “pájaros en la cabeza”, o al menos eso dicen algunas personas cuando escuchan las mías, si es así… entonces tengo todos; con y sin pico, nocturnos y  diurnos, tengo loros parlanchines y alguna ave muda, también con plumas de todos  los colores y con plumaje solo en blanco y negro y hasta alguno que no vuela y jamás cambiaría a ninguno de ellos, ojalá todos se pudieran  quedar siempre conmigo.

Algunos emigran de mi cabeza por cualquier motivo, a veces no les dedico suficiente tiempo o no les otorgo demasiada importancia, como el pájaro de ser presidente de gobierno (un día me dejó de parecer relevante para lo que yo quería en mi vida) o como  el pájaro de ser astronauta (aunque este pájaro a veces viene de visita y se queda unos días, antes de volver a marcharse) pero…pensándolo bien… hay astronautas…existen… ¿porque no puedo ser yo uno de ellos? Ale ya está aquí otra vez, pero….

Hay uno diferente, que desde siempre está presente en casi todo lo que pienso y  por consecuencia  que digo y hago y que siempre, aunque se pase el día volando, viene a dormir conmigo para despertarme al día siguiente y recordarme que tengo que levantarme un día mas, alcanzarlo y convertirlo en  realidad o para hacerme saber que todo lo que haga, hasta conseguirlo, valdrá la pena y además me gustará, creo que hasta me hará feliz, porque no creo que haya manera más egoísta y fácil de conseguirlo que apropiándote de la felicidad de los demás, aunque la produzcas tú.  Este es el pájaro globalización, pero bien entendida, como conciencia global por un mundo que pretenda y consiga ser mejor, más justo y equitativo (aunque tampoco le importaría quedarse en cambiar, un poquito, un pedazo de mundo, del lugar donde decida vivir  o que su decisión individual de ayudar a quien lo necesite,  impacte en la mejora de vida de otras personas, aunque sea un rato).

Jaume Sanllorente, fundador de “Sonrisas de bombay” en el libro “El poder de las sonrisas” escribió algo que un día decidí repetir siempre que contaba mi idea y por eso  creo que nunca dejarán de llamarla “pájaro en la cabeza”, pero que no dejaré de decirlo nunca, a pesar de lo cursi que suene o lo piensen, porque yo creo que tiene razón: “El mundo es como un muro sin pintar. Si todos pensamos que con nuestro pequeño bote de pintura no lograremos pintar todo el muro, no lo haremos y nos quedaremos sin pintar nada, el muro jamás cambiará de color, pero sí en cambio, alguien se anima  a pintar un trozo, otros también podrían hacerlo y así lograr colorear el muro del mundo”

Además las personas que llaman a mis ideas pájaros en la cabeza son más idealistas, abstractas y cursis que yo, o que lo que pueda decir Jaume Sanllorente, creen que solo haré mi idea realidad, si Dios así lo quiere, si el destino lo ha escrito, o si  la suerte me sonríe y ni siquiera se paran a pensar que con mi esfuerzo, tiempo y ganas (bueno y algo de dinero, mejor muchísimo dinero, que espero genere las tres anteriores) podría hacer de mi idea, la meta conseguida, para el camino por el que quiero andar.

Tendré que aprender muchísimo, de la inmensidad de temas que no sé y de los que no tengo ni idea y cometeré muchos errores, que espero poder asumir, aunque, de momento, tampoco sé perder, pero solo así aprendo, ya puedo ver a alguien  que ha intentado lo mismo que yo, llorando por no conseguirlo, que un segundo después voy yo a repetirlo, por si me sale bien a mí, y no importa lo que me digan, que tengo que hacerlo yo, aunque no sepa, también quizá así pueda encontrar un hueco para decir “Todo lo que sé, se lo debo a mi ignorancia” y citar a  Platón, que seguro que da prestigio a mi pájaro en la cabeza para algunos, y a lo mejor así,  empiezan a valorar mi idea de manera tan realista como lo hago yo y hasta puede  que se les parezca a sus maduras, rentables y reflexivas   “ideas de futuro de verdad”; estas no importa lo poco meditadas que estén, lo que sacrifiquen, ni a quien se le ocurran, puede ser a cualquiera, alguien que no recicle vidrio o al que le haya gustado la última película del hobbit, que sí  ha conseguido despejar sus pájaros en la cabeza y ha alcanzado la madurez, su idea será mejor modelo de vida, para cualquiera, que mis pájaros en la cabeza, jamás pensaran que cada uno vivirá realmente feliz “si se hace a si mismo lo que es” y no interpretando un papel, en una idea en la que no cree y que seguramente sea perfecta para la mayoría, o para otros, pero creo que es entendible que quizás no para todos porque al final yo creo que las ideas y las personas maduras siguen el mismo camino que las manzanas, cuando están maduras y con un dulzor insoportable se las comen o sino se pudren enseguida.

Hoy en Madrid, distrito de Arganzuela, calle canarias, comienzo una nueva aventura, que continua el camino por el que he decidido andar hacia la meta, mi preferido pájaro en la cabeza, porque quizás no consiga cambiar el mundo hoy, no  soy tan ilusa para creer eso, además ahora con el nuevo año, los días no laborables y eso… creo que puedo esperar hasta pasado mañana, pero voy a ir empezando hoy, porque tampoco he aprendido a esperar.

Aunque tampoco os preocupéis si no llego a la meta, o si quiero entretenerme mucho en cada paso, que dicen que “la felicidad es el camino” y creo que al final,  la meta  va a ser solo una excusa para ir por donde quiera y  si por casualidad la alcanzo, la meta  será solo el instante anterior de empezar con un nuevo pájaro en la cabeza.

Mandela en los sueños reales

Libro "El Factor humano"

Libro «El Factor humano»

Cuando cambias las razones de mundos injustos y creas libertades llenas de ideas diferentes, no desapareces, solo dejas de enseñar.

 “Todas las sociedades aspiran, conscientemente o no, a utopías de un tipo u otro. Los políticos comercian con las esperanzas de la gente de alcanzar el cielo en la tierra. Como no es posible, las vidas de las naciones, como las de las personas, son una lucha perpetua por hacer realidad estos sueños”. John Carlin

Mis sueños no eran pequeños, decía: “yo quiero hablar con Nelson Mandela y José Luis Sampedro y caerles bien”, también en algún tiempo, mucho más lejano, dije: “Quiero ser princesa” pero esté, no consigo recordar porqué, ni en qué momento cambie tanto, aun así, no era un sueño igual al anterior, nunca busqué un vestido precioso, ni una corona, ni una carroza, ni siquiera unos zapatos de cristal  para intentar serlo, ni estando dormida. Los sueños de verdad ocurren cuando estamos despiertos, dispuestos a crearlos, a luchar contra todo y todos por ellos, a construirlos día a día sin creer en hadas madrinas, en casualidades, suertes, ni destinos que los hagan posibles.

Así que, aunque sin darme cuenta entonces, empecé a soñar estando muy despierta, tenía que hacerlo muy rápido, ni Jose Luis Sampedro ni Mandela me esperarían siempre, al final no me dio tiempo a hablar con ellos, aunque creo que les hubiera caído bien, pero seguí haciendo lo mismo que hasta entonces, sin volver a darme cuenta, entendí que mis sueños eran solo la meta que buscaba para andar por  el camino que quería, además ¿qué me hubiera dicho Mandela que no le hubiera dicho ya a la humanidad, durante 95 años de vida, 27 en Robben Island y  5 años como presidente de una Sudáfrica sin guerras, que parecían inevitables, entre blancos y negros?.

Casi todo lo  que dijo Mandela  podía buscarlo y lo encontré, pero todo lo entendí el otro día, por las páginas de “El factor humano “de John Carlin, siempre encontré a Mandela como “el presidente de la humanidad”  pero hasta que no encontré este libro no sabía realmente todo lo que significaba, la fuerza de una idea, las reuniones secretas imposibles y a la vez conciliadoras entre adversarios, el respeto después del odio, y el lugar de paz en tiempos conducidos a la guerra.

Necesitamos más Mandelas, con otros nombres, pero con los mismos sueños e ideas con los que todos los líderes políticos simulan  parecer estar de acuerdo, quizás si  los presidentes del mundo que decidieron acudir al funeral de Mandela además de admirar, elogiar y recordar a Mandela decidieran arriesgar todo lo que ahora tienen por seguir ese ejemplo que tanto admiran, no necesitaríamos Mándelas.

Estamos en el mismo mundo que los sueños que Mandela y nosotros somos capaces de convertir en realidad con mucho esfuerzo y muchas ganas de conseguirlo pero también  convivimos con las injusticias que creamos, condenados a vivir con ellas si no intentamos cambiarlas y que no vuelvan a repetirse en la historia.

“Lo mejor  de todo lo bueno que ha ocurrido es que puede volver a ocurrir”.  Desmond Tutú

Laura Morato Hervás

Ayer encontré al no-ministro que perdí

 

.Las cerezas

Ayer encontré a Alberto Ruiz Gallardón tras perderlo por alguna legislatura.

Sabía que lo haría, sabía que dimitiría, quizás parezca muy ventajista leer esto ahora, así que reconoceré que jamás pensé que sería ahorcado por el gobierno que le dio la cuerda y la apretó hasta el final, mientras él debió asentir encantado.

Aun así, ayer le encontré o al menos vi un reflejo muy claro del Alberto Ruiz Gallardón que conocí antes de asumir el ministerio de justicia, donde en algún momento le perdí mientras se mostraba convencido y temiblemente orgulloso de un Anteproyecto de ley: autoritario, dictatorial e injusto que prevalecía el derecho a la vida de algunos no-nacidos, al derecho de todas las mujeres sin tener en cuenta situaciones de ningún tipo, tampoco esta ley protegía a todos a los que pretendía, solo defendía el derecho a nacer, pero se olvidaba del resto de la vida de las personas, tanto madres como hijos, sanos y enfermos, que también se veían obligados y condenados a nacer sin posibilidades de realizar sus vidas como merecen, además Gallardón al dejar de ser quien siempre pareció, limito la justicia, dejándola solo al acceso de unos pocos que pudieran permitírsela, creó el ministerio de justicia más injusto en mucho tiempo. Supongo que el motivo de todo esto no sería capaz de entenderlo o quizás sea algo tan oscuro, simple y antiguo como que el poder corrompe.

El final de su carrera política quizás sea el reencuentro definitivo de Alberto Ruiz Gallardón con el no-ministro que representaba y defendía la mejor derecha democrática, por la que Franco detuvo a su padre, y que entendía y razonaba con mi mejor y peor izquierda, capaz de  razonar y crear el sueño de una política diferente a la actual, donde la política recuperará su significado, capaz de construir las ideas que hagan del mundo el cuento de hadas con el que comparaba la política hace un tiempo no muy lejano.

Ayer me pareció ver, quizás dibujado por mis ganas, al Gallardón que se reía con Joaquín Sabina y Julia Otero en Las Cerezas  sobre sus diferencias y semejanzas, el que parecía crear, hablando con ellos, la mejor democracia de todas donde realmente parecía posible construir un lugar para todos independientemente del partido al que hubieras votado en las últimas elecciones.

Mientras sucedía aquel importantísimo encuentro  en Las Cerezas de 2004,  era muy pequeña para reconocer que lo que allí ocurria era realmente especial y casi imposible de volver a ver, aun así, fui capaz de recordar algo, despertó algo, imposible saber el qué, que logró que muchos años mas tarde y por alguna casualidad, en la que no creo, me hiciera recordar que tenía que buscar aquel encuentro y entenderlo como no pude entonces para descubrir al Gallardón no-ministro con el que hubiera inventado un mundo.

 

Ayer encontré al Gallardón que no se encontraba a gusto en la oposición y al que injustamente se le crítica por ser el ambicioso que no ocultaba querer llegar al poder para construir lo que realmente consideraba mejor.

Además le gustaba El Intermedio, eso seguro que siempre significó algo, aunque en algún instante de los últimos tiempos hubiera decidido desintonizar La Sexta y olvidarse de todo, también recuerdo que a Esperanza Aguirre no le caía del todo bien y siempre he pensado que tener algunos enemigos en ocasiones te define de manera positiva y hasta te hacen mejor, eso seguro que también significaba algo.

Albero Ruiz Gallardón se marcha, o le echan, o lo que sea que le deje el tiempo para que recuerde quien siempre creí que es.

 Laura Morato Hervás

Aprender de los que creen no enseñar

Creo que todos los que piensan que pueden enseñar algo, y que seguro pueden, conmigo no lo consiguen. A veces,  ni siquiera consiguen mi atención o un poquito de mi tiempo y de verdad, que no es  por creerme más lista o mejor que ellos, estoy convencida que cualquier de ellos,  me descubriría cosas que no sé, pero no sé escucharlos, casi nunca me apetece y no me importa el tema del que hablen, que siempre me perecerá aburrido.

Entonces al margen de todos ellos, aparece Pascual, un pastor que vive juntos a sus animales en unas tierras, las suyas, a las afueras de un pequeño pueblo de Murcia, dice que no tiene estudios y que su mayor aspiración en la vida, es ser feliz y eso solo lo puede conseguir , viviendo como vive, con sus animales y sus tierras, sin cambiar los relojes de hora, sin perder el miedo al mar para ir en ningún yate y sin querer dinero para tener la posibilidad de hacer lo que nunca ha querido. Además, ya tiene una furgoneta, así que no necesita coche y no le gusta viajar, dice que el dinero le hubiera complicado la vida y supongo que también su felicidad.

Creo que el pensaba que no tenía nada que enseñarnos, que sin tener estudios nadie querría escucharle, para aprender sin parar de sus palabras y  de su modo de vivir y  de saber como encontrar la felicidad, justo en el lugar donde estas y con las mismas cosas que siempre has tenido, se equivocada, tampoco tenía la intención de acertar y yo creo que ahora tampoco le importa mucho haberme enseñado a pensar, como nadie creyó que podía hacerlo.

Yo todavía no tengo la sabiduría de Pascual y ni siquiera sé donde podría ir a buscarla, si está por ahí, en algún lugar por el que pasas todos los días sin fijarte y donde solo unos pocos la encuentran, yo solo conozco a unos pocos que la tienen, poquísimos, al menos para mi , pero creo que cada día tengo más claro donde está mi felicidad, es mucho más complicada de conseguir que la de Pascual, supongo que también va  con la sabiduría, que sea más fácil, mi felicidad es descubrir personas como Pascual, a las que escuchar sin que crean tener nada que decir y de las que solo se pueda aprender.

LA HISTORIA DE PASCUAL por Jordi Évole

http:  http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/pascual-3249489

Laura Morato Hervás

Aquel día…José Luis Sampedro.

José Luis Sampedro

José Luis Sampedro


Fue ese día,  aquel domingo a principios del 2012, cuando  le escuche por primera vez y descubrí que su libertad estaba repleta de ideas que compartía en mi cabeza,  que todos los sentimientos y pensamientos que tenía se podían explicar, todos tenían nombres, que ya conocía antes pero que hasta entonces nadie supo descubrirme su significado.

Aquel día entendí y aprendí el poder del miedo, la importancia de ser valiente siempre, la libertad de pensamiento, a creer sobre las razones, el valor del tiempo frente al dinero, a defender mis ideas sin pensar en las consecuencias, a atreverme a querer cambiar todo lo que desde siempre ha sido así, a crear mi manera de entender la sabiduría, a saber como quería construir los momentos y sobre todo aprendí lo que puede llegar a significar alguien como José Luis Sampedro en la vida de alguien como  yo, que jamás creyó en nada ni en nadie… hasta aquel día.

«Las ideas no sienten. No aman. Los hombres desaparecen, pero las ideas no mueren.» -V de Vendetta.

Alguien como David Trueba

1560732_1438816929668476_474635235_nMuy pocas cosas son casualidad o producto de un golpe suerte, casi todo necesita algo, aunque sea una pequeño movimiento, que impulse la consecuencia de que más tarde suceda.

Quizá por esto, en la XXVlll gala de los Goya, David Trueba no parecía sentirse sorprendido, ni siquiera, aunque fuera por un instante, importante tras recibir tres premios de  la Academia de Cine a su trabajo como director y guionista en la película “Vivir es fácil con los ojos cerrados”.

Parecía alguien que encontró una meta que no buscaba, como consecuencia de su trabajo contando historias de la mejor manera posible mientras despertaba pensamientos, sentimientos y emociones en cada película, parecía alguien quien, disfrutando de cada momento del camino, creo “vivir es fácil con los ojos cerrados” desde una idea con esfuerzo, ganas y  las más simples e increíbles realidades de la vida como acompañantes de viaje.

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Alguien como David Trueba podría ser protagonista de sus películas, no por ganar premios, ni ser protagonista de actualidad más o menos días, tampoco lo sería si volara como Superman o luchara como indiana Jones, seria protagonista  de una película como las suyas, si fuera alguien como el profesor Antonio San Román, durante la dictadura franquista  que ahora refleja “vivir es fácil con los ojos cerrados”,  por ser un granito más de arena, sin los que la playa no existiría, por hacer historias sin escribirlas, por crear día a día una vida sin dejar nombre en ningún lugar.

Como el final del camino, de historias propias y de películas para el corazón, David Trueba abre los ojos a personajes y espectadores de sus películas, aunque sea difícil para encontrase a si mismos y los sueños que persiguen.

Vivir es fácil con los ojos cerrados pero si los abres viendo las películas de David Trueba no los querrás volver a cerrar.

 Laura Morato Hervás

Está todo por hacer

Está todo por hacer.

Ahora, en este momento empieza todo. A pesar de que los periódicos digan que hoy tampoco. Justo ahora está todo por hacer y quizás más que nunca, también por mejorar.

Hoy empiezo a representar mis ideas, porque los que prometieron hacerlo tienen otras preocupaciones muy diferentes que nada tienen que ver con mis ideales ni con nada en lo que ahora creo y me preocupa.

Defenderé todo aquello que ataquen, sin ningún miedo, una y otra vez,  hasta que no tenga la necesidad de proteger lo que nunca debía verse amenazado, hasta que tenga claro que nunca jamás  ni necesidades básicas y derechos fundamentales de cualquier persona dependerán del dinero que tenga ni de los beneficios que obtenga nadie.

Porque como diría alguien ficticio que nunca existió, en una película como “V de Vendetta”: Nuestra integridad vale muy  poco pero es todo lo que tenemos, el último centímetro que nos queda  si la salvaguardamos somos libres.

Rumbo a un mundo mejor

Así que las ideas que ocupaban el tiempo libre que tenía, hoy recogen la importancia que siempre han tenido y ya no pueden esperar al lunes que viene ni a ningún otro lunes ya que como dice Andreu Buenafuente: La vida empieza cada cinco minutos, los cinco próximos pueden cambiártela del todo”

Aunque no será fácil, seguro que tampoco será tan difícil como me lo imagino o como protegiéndose muy bien,  me han hecho creer que es, cuando una y otra vez escucho: ¿ahora? ¿Seguro?, pero si estamos en crisis y todo está mal, aquí, justo en este momento empiezan los obstáculos, pero estos serán fáciles de superar, porque esto estarán puestos por gente que nunca se atrevió a intentarlo, así que entonces: “Si ahora y Sí seguro segurísimo”.

Puede ser que las dificultades económicas lo compliquen un poco, pero eso forma parte de una crisis económica y no social, que es mi objetivo, y no las juntes o  alguien creerá que se puede sacrificar una en beneficio de la otra y nada más lejos de la realidad, los valores sociales nunca más van a ser excluidos por los económicos,  y mucho menos cuando gran parte de la economía haya estado de camino a esquiar a suiza, volando en aeropuertos sin aviones, destinado a aumentar los sueldos de expertos en apalabrados o en confeti de diversos colores, entre otros muchos destinos. Tampoco volveré a dudar de mi inteligencia por muy convencido que escuche a un hombre decir, que construir un aeropuerto sin aviones tiene sentido y lo defienda con tanta contundencia que asuste porque además me acuse de no entenderle y justo aquí, justo en este momento, empezaron mis próximos cinco minutos, cuando pensé: sí  es cierto, es esto tienes razón, no lo he entendido pero no esperaré más a que me lo expliques o a encontrar un argumento que de sentido a todo. Además que nadie me identifique o intente representarme con alguien que no creo ser, ni me otorguen una responsabilidad, sobre la que nunca he decidido. ¿Qué pasa si no creo haber vivido por encima de mis posibilidades?, como tantas veces me han acusado. ¿Qué pasa si no creo que tenga que afrontar unos gastos que no he asumido nunca? O si no quiero ayudar a una entidad privada, que ha cometido los mismos errores que ellos no perdonan a familias en situaciones mucho más complicadas, críticas y sin posibilidad de que nadie les rescate o ayude como a ellos.

Entonces sí, decidido: me atrevo, no solo porque Carlos Fabra lo ha hecho, consiguiendo convertir en realidad la idea de construir un aeropuerto para pasear con su nieto, nunca me compararía con alguien tan afortunado, ¿10 premios de lotería?; él no se jugó nada, él no se atrevió, sabía que ganaría, él tiene siempre más posibilidades de ganar que nadie, aun así, me atrevo y si todo me sale mal, asumiré los “ya te lo dije” de los que nunca se atrevieron, pero saldrá bien y es que nunca tendré tantas fuerza ni gana de conseguirlo. Y como dice Pau Garcia Mila “nunca seré tan joven como justo ahora” y si sale bien, no haber tenido suerte, como la misma gente que nunca se atrevió me dirá. No será suerte, será mucha cosas, menos suerte, serán todas las ganas que puse en algo en lo que creía muy seriamente, cuando alguien podía verlo imposible, así que como alguien leyó en una frase  de imán de nevera “Nunca soplaran vientos a favor de aquellos  que no saben dónde van”. Hoy vamos a atrevernos y realizar todas las ideas que siempre hemos tenido o que podemos empezar justo ahora.

Empiezo y defiendo esto: no creo que la política sea lo que han hecho de ella y nos han hecho creer que es, no creo que sea el problema, sino siempre la solución y las personas que lo forman no pueden ser consideradas, por los ciudadanos, como el tercer problema de España, creo que es un sutantivo,cada vez as necesario, importante y basada en términos que muy que ahora muy a mi pesar, sugieren muecas de incredulidad cuando se escuchan palabras como solidaridad, responsabilidad, compromiso y honradez, y que con propósitos  y objetivos tan increíbles, actualmente, como realistas se consiga lo que muy frecuentemente se olvida.

Siempre habrá algo por lo que defender y por lo que luchar y sino… nos lo inventaremos y será la causa más importante de todas porque nos habremos atrevido a volver a luchar por ella y volveremos una y otra vez pero empezaremos justo ahora.

Laura Morato Hervás