Carmela Bernabé

Carmela Bernabé afrontará la próxima temporada 2023 su sexto año como telemétrica en el equipo Cuna de Campeones y continuará construyendo y otorgando sentido a cada aspecto que constituye al equipo, tanto dentro de los circuitos del FIM JuniorGP y el Campeonato de España de Velocidad en las semanas de competición, como fuera de ellos el resto de días.


Como telemétrica, Carmela analiza toda la información que extrae de las motos y diseña las estrategias que, junto a su conocimiento de cada piloto, son adecuadas para conseguir cada vez mejores resultados. Capaz de comprender el momento y la personalidad con la que cada piloto se sube a la moto les traslada la manera más efectiva de trabajar a continuación, siempre después de escuchar en todos los casos las sensaciones e impresiones de cada uno de ellos y de descifrar desde las pantallas el próximo movimiento a tener en cuenta.


Sin perder las ganas de ganar y con la meta diaria en un objetivo común, el ambiente de trabajo que crea es reconfortante, comprensivo, constructivo, divertido y ambicioso. Destaca su capacidad de observación y calma en el momento justo, hasta encontrar el mejor instante para revertir las situaciones complicadas y afrontar los peores escenarios, así como su generosidad proponiendo y defendiendo oportunidades para aquello en lo cree. A pesar de no recibir siempre lo que da, siempre da lo que es, convirtiéndose así en esencial dentro y fuera del box.


Desde pequeña Carmela acudía a Cheste con su padre para disfrutar de las carreras que siempre habían seguido desde casa, aunque quizá la pasión despertó mucho antes al ver como el referente de su madre montaba en vespino.


Siempre le gustaron las manualidades y, junto a su hermano, montaba mecanos de los que desarrolló una gran capacidad e intuición, hasta atreverse con el montaje de cualquier utensilio que se presente, sistemas de intermitentes en remolques o la elaboración de complementos. Al no haber estudios superiores en mecánica, se decantó por la formación en ingeniera mecánica, que más tarde especializó en telemetría junto al aprendizaje de francés e inglés. Comenzó entonces un periodo de prácticas en el Circuit Ricardo Tormo donde demostró su capacidad para el trabajo que realiza actualmente.


Junto al director de Cuna de Campeones, Julián Miralles, y el resto del equipo, Carmela completa y unifica una manera de trabajar que, desde 1999, consolida a los futuros y mejores campeones del mundo del motociclismo.

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Mariposas

Ayer no, y mariposas.

Hoy tampoco, una y otra vez, más tiempo, más esfuerzo, más trabajo, y tampoco, pero mariposas.

Mañana puede que sí, incertidumbre: seguro, cavar hacia el diamante que quizá no exista: también, un poco más, porque mariposas.

Mariposas, ganas, pasión, obsesión hasta la frustración más profunda y la capacidad para construir a la persona más feliz del mundo.  La única sensación lo suficientemente fuerte por si misma para crear y hacer creer a cualquiera que un día lo puede lograr.

Quizá no pase, existe la posibilidad de que Marc Márquez no vuelva a ganar una carrera de motos, o de que cualquier otro que, no solo sueña con un objetivo, sino que lo madruga, lo trabaja y lo persigue durante toda su vida, con más o menos mariposas por momentos, no lo logre; pero si al escribir o leer este párrafo, el estómago de alguien se ha encogido hasta refundar la imposibilidad, da igual, porque va a seguir intentándolo.

Y en esas está lo injusto, afortunado y cruel de poder exigirte a ti y a quien te siente alrededor, e incluso lejos. Todo por unas mariposas que no paran de moverse en el estómago, pueden calibrarse más o menos veces, medir la fuerza del abatimiento con el que empujan los latidos, el cuerpo y sobre todo la mente un día tras otro, pero si se sigue pensando en ellas, hasta para volver a valorarlas, siguen ahí.

Ojalá saber hasta cuando hacer caso a las mariposas o aprender a vivir con ellas, disfrutar del aprendizaje del camino y todo eso de la senda es lo importante de la meta, pero Marc y cualquier otro con el estómago repleto de mariposas quiere ver la línea de meta, la bandera a cuadros el primero y el escalón más alto del podio.

“Mariposas” debería tener final feliz, en este blog, en el mundial de Moto GP y en el objetivo de cualquiera con ellas, pero lo peor y lo mejor es que si fuera un final triste, no importaría, porque Mariposas.

Ojalá sea la esencia

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Ojalá sea la esencia, me encantaría que fuera de eso mi gusto por Pepa Flores, sobre todo por el tiempo en el que fue alguien que no quería, ojalá que “aquello que constituye la naturaleza de las personas, lo permanente e invariable de ellas”, pisara tan fuerte al comenzar una canción, palmeara al ritmo que se late, creara rizos y rizos de gorgoritos en su barriga, los llevara hasta la garganta y los cantara con la boca torcida, estirando el cuello y ladeando la cabeza sin parar mientras, baila cruzando las piernas por detrás incontrolablemente y arruga los brazos y las manos sobre sí misma, así como si todo lo de dentro saliera hacia fuera con una fuerza desbordante, que se apodera de ella haciéndola más.

Por favor, que sea la esencia y este a solas con ella, sin nada ni nadie alrededor. Es posible, porque lo que hace de nosotros ser quienes somos y no cualquier otra persona me resulta  difícil de imponer, no creo que la esencia de Pepa Flores tuviera que ver con aquel pelo tan rubio, el acento refinado, el tamaño de su pecho, las clases de piano o la buscada perfección de una niña y adolescente dicharachera, conformista y buena por imperativo, ni siquiera con el nombre del personaje, en el que la convirtieron durante más de una década, para las alegres películas del franquismo.  Nada de eso quedó cuando dejaron de adornarla, pero todavía encaminaba el paso de la misma manera, seguía pisando igual.

¡Qué pisada la de ese levantamiento en Informe Semanal en el año 1973!, unos quince segundos antes de producirse, el entrevistador de Pepa Flores dijo: “parece que quiere ofrecernos una imagen distinta de usted misma, la hemos visto en algunas revistas grafistas un poco parca de tela y generosa en belleza, ¿es esta toda su nueva imagen?”, y la esencia entera, que debía venir de saberse importante en Pepa Flores, con ganas locas de crecer para ella y decidida a dejarse tiempo, para conocer que iban a querer hacer de ahí en adelante, pisó, se levantó del asiento, encendió un cigarrillo y se puso a fumar, pisando libremente por el plató, ya no quedaban dudas. Por si acaso, y para terminar, a la pregunta: “¿Qué piensa hacer con su vida?”, Pepa aclaró lo que sería una obviedad en cualquiera, pero que en ella y tanto tiempo después, ni los periodistas más sesudos de la época entendieron: “pfff…un momento, mi vida es mía”.

Con su vida en propiedad, aunque con un microscopio observada y comentada por los demás y el mérito que eso supone, se llenó de admirables contradicciones e incoherencias con quien había parecido ser siempre, pensó o no, a su elección, hizo, habló lo que quiso, casi seguro, cantó y bailó, menos que hasta entonces, rodó con Camus, Saura y Bardem, vendió las placas de oro otorgadas por Franco en las fiestas de la granja para apoyar al comunismo en España, conoció a Audrey Hepburn, interpretó a Mariana Pineda, se divorció, cantó con Aute, Serrat, Algeró y Calderón, marchó en contra de la entrada de España en la OTAN, tuvo tres hijas, grabó el disco: “Galerías de perpetuas, canciones para mujeres”,(pendiente de incluir en Spotify y sustituible por alguna de las once canciones de “Corazón Contento”), se volvió a casar, apoyó la revolución cubana y en España levantó el puño con tanta libertad, que hasta fue criticada por hacerlo “con toda convicción y sin fisuras”, se divorció y desligó de cualquier partido político públicamente, vivió mucho y a los 37 años se fue a su casa de Málaga a vivir como quería.

Entonces sí, es la esencia, quizá sea un auto consuelo injusto por gustarme demasiado la vida de una niña, adolescente y mujer, también, cuando no tenía ningún poder sobre ella, o porque me gustaría que Pepa Flores se sintiera mejor sobre un tiempo, sufrimiento y sacrificio, que ni siquiera viví para comprender, pero estoy casi convencida que en su pisada embelesadora está su retiro en Málaga y el conocimiento que tiene de su todo, de lo poco que la interesa, la cotidianeidad con la que llena su vida, durmiendo mucho, jugando a las cartas, paseando a sus perros por la playa, haciendo lo que hacía antes de hacer nada, todo con lo que está bien, según su esencia.

 

Sentinel del Norte, o no

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Sentinel del norte, o no, y así va a ser todo, lo que en el resto del mundo comunicado pensamos y la realidad existente de una isla aislada que hemos decidido llamar así.

El risotto, Peaky Blinders, un edificio, Saturno, una canción, Google, las vacunas, Mery Popins, la política, el metro, los extraterrestres, la radio, Dios, los calcetines, la luz eléctrica, el dinero, el fuego, escribir, un globo terráqueo, el móvil, los continentes, La casa Batlló, las llaves, un concierto de Camila Gallardo,  la verdad, los pasteles, viajar, el chiringuito de jugones, las matemáticas, una guitarra, el libro de guía de supervivencia zombi, las casas de apuestas, Christopher Nolan, las novelas de amor, una noticia sobre Sentinel del norte, nuestro bien y mal, el lenguaje, las civilizaciones, la cronología, la ciencia, el movimiento corporal, la cultura, la ubicación espacial, la economía, la historia, los gobiernos o la propia estructura cognitiva…o no, o no conocer nada de eso, tal y como entendemos ahora, que casi todo lo que ocupa nuestro día a día no exista.

Si todo lo que conocemos trascurriera en Sentinel del norte, una isla de 72 km² del océano Índico, con 100 o 200 habitantes, protegidos por muros de corales y densos bosques, que parecen haber sido creados para construir la frontera natural perfecta, quizá adquiriéramos la responsabilidad de protegerla a ella también. Si además, cualquier interacción, como los contactos nada fructíferos ni positivos de los últimos 60.000 años, supusiera, el riesgo de enfrentarse a un sistema inmunológico completamente diferente al nuestro o convertirse, en el mejor de los casos, en un reclamo turístico, quizá, no quisiéramos conocer a nadie más. Y si, por fin, las autoridades indias hubieran confeccionado las leyes para preservar el derecho a vivir como quieres es probable que nos aguantáramos las ganas de saber todo lo que hay detrás de los aviones y barcos que divisamos a lo lejos, o que ni siquiera nos interese. Entonces, casi con seguridad, reivindicaríamos, de cualquier manera, el derecho a vivir sin la intervención del mundo exterior, o no.

Todos los misterios que, afortunadamente, aún quedan por resolver sobre los sentineles y lo demasiado que sabemos de nosotros, plantean la idea de investigarse el ombligo e intentar pensar como seríamos si no fuésemos como somos. Si tuviéramos la posibilidad de entrar a la etapa evolutiva en la que se encuentra Sentinel ahora mismo y sabiendo lo que sabemos, quizá nos gustaría desaprender y aprender ideas, deshacernos y construirnos de nuevo, quizá para salir igual, o no.

Oasis

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El desierto para descubrir personas, no cualesquiera, las nuestras, cada uno las suyas, es tan inmenso que siempre dejas de buscar oasis cansado de recorrer caminos con tanta arena, pero entonces…el agua te encuentra y recuerdas cuanta sed tenías.

Cuando el oasis te encuentra todo es poesía, amo todo y el alma se ensancha volviéndose gigante, encuentro magia donde puede ser que no la haya. “Rosata Patata”, el oasis de estas vacaciones de verano en Almería, una hamburguesería.

“Rosata Patata” es como todo lo que te hace mejor y más sabio, una persona, Antonio, el cocinero, un señor al que conocí sin hablar el tiempo en el que se tarda en comer una hamburguesa sin gluten con patatas fritas.

Antonio tiene toda una pared de su hamburguesería repleta de fotografías de discos, cantantes y conciertos de rock de los años 70, creo, hubiera reconocido mejor cualquier otra música, por eso quizá, también Antonio suponga un oasis para mi padre, somos demasiada arena alrededor de la música y los grupos que ellos conocen. En ese momento Antonio se convirtió en mi oasis, alguien capaz de llamar la atención de mi padre con sus caratulas impresas y colocadas en marcos una por una en su pared. Hubo flechazo, lo sentí, en cuando mi padre lo vio, sabía que esa música solo podía haberla escuchado aquel señor entre todos los empleados de “Rosata Patata”, no sé cuál es el look de alguien que escucha esa música, si es que existe, pero fue algo más emocionante que la ropa y el peinado, porque Antonio iba vestido de cocinero de hamburguesería.

Después de recorrer toda la pared esperando un: “¿Le gusta?” que nunca llegó y que le diera la oportunidad de reconocerse, mi padre comió, nos íbamos y comenzó la inédita actuación, hasta entonces nunca vista y creada por la emoción de mi padre hacia Antonio, se acercó al camarero, todos sabíamos que él era un actor secundario que le serviría como nexo de unión con su protagonista al traerle la cuenta, no había posibilidad alguna de que la pared la hubiera decorado él, pero:

-Me gusta mucho la decoración

+ Él es el responsable

Antonio sonrió con la paz y tranquilidad que no parecer desprender ninguna de las portadas de sus vinilos preferidos, mi padre se acercó a él y disfrutó su oasis de grupos desconocidos, discos míticos para dos personas, entradas y conciertos.

Creo que los oasis son siempre personas felices por ellos mismos, que crean tiempo para hacerse mejores, con tranquilidad, sin pretender serlo, dedicadas a vivir, no por costumbre ni esperando a terminar algo o recorrer un camino para llegar a algún sitio y  por fin ser felices, sino viviendo cada instante, cada momento, haciendo fotos al increíble plato que acabas de cocinar o diseñando la pared de tu hamburguesería con una multimillonaria inversión de tiempo que te hubieras ahorrado pintándola con gotelé,  seguro que solo tiene en su cabeza los recuerdos de los conciertos, jamás debió grabar un vídeo o hacer una foto y seguro que vivió todo a tiempo real.

“Rosata Patata” se hizo y nos hizo tan únicamente como se descubre en el desierto un oasis.

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Laura Morato Hervás

El sol de Nyumbani se convirtió en luz.

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El sol siempre estuvo en Nyumbani, siempre iluminó el distrito de Kitui en Kenia, dio calor a esta zona de tierra roja en Africa desde el amanecer hasta la noche cuando el día no tenía fuerza para continuar sin el, pero un proyecto consiguió que  los días fueran más largos y que aquel sol de siempre, también sea ahora, la energía que se convierte cada día en luz.

El proyecto que han llevado a cabo las ONGs “Enegría Sin Fronteras” y “Amigos de Nyumbani” llamado: “Luz en los hogares”, es una oportunidad de vida para más de 1000 huérfanos de la pandemia del Sida,  más de 100 abuelas responsables de su cuidado y cerca de 130 trabajadores encargados del correcto funcionamiento de los servicios del proyecto, pero sobre todo es la oportunidad que les ofrece a todos el ellos la posibilidad de seguir adelante por si solos.

Gracias a la instalación de un campo solar fotovoltaico en la aldea, que suministra energía eléctrica limpia y ecológica, las condiciones de vida de la población han cambiado, mejorando  la educación , la salud, el acceso al agua potable y sobre todo el futuro de la población, con formaciones profesionales, donde se desarrollan talleres de madera y metal, con los que los habitantes aprenden un oficio para poder crear productos con los que obtener beneficios a partir de su venta.

La creación de este valiente poblado, que se organiza en 100 viviendas que cuentan con pequeños huertos y granjas que garantizan el autoabastecimiento a la población residente, nace con la premisa de abastecer de luz a hogares rurales, logrando así  haber electrificado 161 viviendas, pero además Nyumabni Village se ha convertido en el perfecto modelo de una aldea sostenible y ecológica.

El acceso a la energía solar evitará la dependía del combustible fósil, con sus altos costes y consecuencias nocivas., reduciendo la pobreza en la comunidad, siendo autosuficiente y respetuoso con el medio ambiente.

“La luz corre por los cables de la noche”, todo se reduce a esto, a esta idea tan sencillamente compleja que explica un habitante del poblado de Nyumbani, es el resumen,  uno de los objetivos y la meta principal en este  gran proyecto que da vida a través de la energía.

Laura Morato Hervás

El día llegó para “La Noche del Mundo”

wqrqwTQW-286x400El día 3 de febrero la oscuridad que invadió los días más triste y llenos de rabia de la historia de Argentina encontró en el estreno de “La Noche del mundo” la luz, para alumbra las injusticias que tuvieron lugar durante la dictadura militar, pero sobretodo “La Noche del Mundo” encuentra las voces, que ahora pueden gritar con fuerza, pero que un golpe de estado, el 24 de Marzo de 1976, silenció durante mucho tiempo.

“La noche del mundo” recuerda a más de 30.000 desaparecidos, a más de 5000 presos políticos y a 500 niños robados durante la dictadura militar Argentina (1976-1983), pero también a todos los testigos de este periodo de la historia del país, entre los que se encuentran amigos, conocidos, y familiares, que han buscado a sus seres queridos durante más de 40 años, deseando volver a reunirse con ellos y luchando cada día por conocer la verdad.

La investigación, convertida en documental, se centra en las historias perdidas que fueron arrojadas al pozo de Vargas, la fosa clandestina situada en Tucumán, al norte de Argentina. Este pozo, construido para abastecer de agua a un ferrocarril, cuenta con40 metros de profundidad, donde nuevos hallazgos de restos humanos, de secuestrados, torturados y asesinados, durante la dictadura de Jorge Rafael Videla, han aparecido recientemente. En esta fosa podrían haberse arrojaron cerca de 70 cadáveres, de los que se han identificado alrededor de 40.

El documental, que ha supuesto un gran proyecto tanto profesional como personal para sus creadores, encuentra su origen en la notificación que el equipo argentino de antropología forense envió a la familia de la directora Carolina Meloni en el que se informaba del hallazgo de uno de sus familiares, quien con veinte años fue secuestrado por el ejército argentino, desde ese momento comenzó la necesaria aventura de contar lo que los “ausentes: presentes” no pudieron.

La sala Azcona en la cineteca del matadero de Madrid, fue el sitio escogido para el estreno,  donde el cartel de “entradas agotadas” se colgó en la taquilla del cine debido a todos los interesados en ver el documental y asistir al posterior coloquio con los directores y protagonistas, que compartieron su experiencia, durante el mes de rodaje en Argentina, en enero de 2015 y casi los dos años que ha supuesto la creación del proyecto.

En este coloquio, los responsable del proyecto, Ignacio Sacaluga, Carolina Meloni y Fernando Ávila también han querido agradecer a todas las personas que han podido hacer posible este documental, a la Universidad Europea de Madrid, a la fundación Inquietarte y a todas las instituciones argentinas por su colaboración, pudiendo incluso entrevistar al juez encargado de la causa y consiguiendo rodar en el pozo de Vargas, desde donde gritan con fuerzas todas las historias.

También han querido destacar la participación de los expertos en diferentes áreas con las que cuenta este documental, entre las que se encuentran, abogados y jueces, como Baltasar Garzón, arqueólogos y antropólogos forenses y sobre todo seis testigos de aquella época de Argentina que narran sus recuerdos, construyendo la historia de los años más difíciles del país para este documental, que como denominaba Ignacio Sacaluga es “un proyecto que tiene que hacerse”, de los que ponen en cada fotograma la importancia de tener presente los derechos humanos, que alguna vez se olvidaron, el pensamiento crítico y los valores éticos, en su forma audiovisual.

El título: “La Noche del Mundo”, tomado del filósofo alemán G. W. Hegel, hace también referencia al decreto hitleriano “noche y niebla” del año 1941, este hecho histórico que  siguió como ejemplo la dictadura argentina consistía en que: “Los prisioneros capturados en países ocupados debían trasladarse a los centros de exterminio donde se desvanecían en la oscuridad de la noche y la niebla”.

Sobre este terrorífico proceso con el que la dictadura argentina se deshizo de sus víctimas, entre las que se encontraba tantos opositores del gobierno como  líderes de organizaciones estudiantiles y sindicales, el dictador Videla declaró en una entrevista, repleta de crueldad, que: “No había otra solución, estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta. Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco fusiladas. La solución fue la desaparición de personas, ese era el dilema, como hacerlo para que a la sociedad le pasara desapercibido, esta solución era sutil, creaba una sensación ambigua en la gente, no estaban, no se sabía que había pasado con ellos. No había otra manera. Había que desaparecerlos. Es lo que enseñaban los manuales de la represión en Argelia y en Vietnam”.

En la actualidad, los recientes hallazgos y las nuevas investigaciones descubren cada día más paz y verdad de lo ocurrido en Argentina en el pasado y dan fuerza para seguir luchando a una sociedad que el día 1 de febrero pudo ver como comenzaban los alegatos en el juicio político a Montezanti, camarista federal de Bahía Blanca, vinculado con el terrorismo de Estado e imputado por mal desempeño en el ejercicio de sus funciones. También continúan las labores de identificación y búsqueda en el pozo de Vargas donde quedan alrededor de 10 metros de restos por exhumar y analizar y donde el interesante y emocionante documental, “La noche del mundo”, ha mostrado el dolor, el miedo, la crueldad, la injusticia y la conbardia que todavía hoy esconde.

 “La Noche del Mundo” es un relato sobre la ausencia, sobre los recuerdos que la memoria no puede ni quiere olvidar y sobre una lucha por la búsqueda, que ahora encuentra este documental y que defiende la idea de que conocer la historia puede alejarnos de repetirla.

Laura Morato Hervás

Arte y amor

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“Una obra de arte, es aquella que te ha transformado para bien o para mal, te ha dado una visión del mundo que no tenias, te ha abierto la cabeza, te ha hecho en definitiva algo más sabio”. Arturo González Campos.

Imagina que…quizás un día… ¿Qué pasaría si?… podría ser que de repente…tengo una idea, veras… ¿sabes cuándo?…te contaré algo… y entonces…todo comienza. La mente se abre. La imaginación supera a la realidad, sin límites ni fronteras, el arte se hace infinito… y cuando crees que nada superará esta situación, que nada lo convertirá en un arte mejor, te ríes, sueltas una carcajada sin sentido a raíz de una broma absurda, que de no ser por el camino tan largo que has andado hasta aqui te hundiría en la idea de que la especie humana es la peor de todas las especies, que capaces de pensar en la creación de algo maravilloso se ha quedado en una broma así,  pero enseguida te reconcilias con la humanidad porque además de arte, Andreu Buenafuente y Berto Romero crean amor . Y me siento bien, creo ser mejor, soy más feliz cuando esto pasa.

Así ocurre cada vez que coloco un momento de Andreu Buenafuente y Berto Romero en mi tiempo, cada vez que descubro arte entre las miradas con las que se gritan ideas sin decir ni una palabra, cada vez que parecen no enterarse de la magia que hay entre ellos cuando hablan de cualquier tema al que al mundo no le ha prestado nunca atención y que se convierte durante unos minutos en el más importante que nadie ha pensado para ti.

Son hacedores de cosas, de pinturas, de películas, de obras de teatro, de cadenas de cartas, de programas de radio, de televisión, de multitud de libros, de productoras, son quienes llevan entre ellos los grandes días cambiados, quienes hacen de Barcelona una ciudad con más valor, quienes, el uno al otro, se racionalizan el final de las ideas que pierden sentido y quienes se dan alas para hacerlas más grandes, pero sobretodo son hacedores de ideas que llegan a convertir en proyectos o que dan forma a un comentario que será esbozo de idea mientras suena música de así habló Zaratustra.

Tan haceros de cosas que la solución para un momento difícil es procurarse, entristecerse y  un documental, El culo del mundo, una declaración de amor repleta de arte por volver a encontrar lo que crees haber perdido, pero que desde fuera y para los demás solo confirma la existencia que da sentido a todo, el querer ser mejor y más feliz para poder seguir haciéndonoslo.

Descubrí el arte hace muy poco y supongo que existía desde que comenzaron a trabajar como dos amigos que se divierten juntos, pero lo ví con “Words”, a partir de este juego  que empezó siendo de Andreu Buenafuente para Andreu Buenafuente, donde solo sabía jugar Andreu Buenafuente me fije en todo lo que decían sus ojos, quizás porque ninguna palabra lo acompañaba para poder despistar mi atención, cuando los ojos de Berto buscaban en los de Andreu entender aquel juego e intentar interpretar lo que había en su cabeza, lo consiguió, fingiendo al principio que ese juego no le gustaba y que no había despertado en él la intriga de saber porque el juego funcionaba así,  por conocer las normas con las que Andreu administraba el juego en su cabeza  y así consiguió ser el mejor jugador del mundo de un juego que  no entendía.

Andreu Buenafuente y Berto Romero son quienes encuentras cuando no buscas, tipos listos que se entretienen saboreando los detalles de la vida mientras piensan en devorar el siguiente bocado y convirtiendo la vida en mejor, llenándola de arte y amor.

Laura Morato Hervás

Un Mundo hacia otro lugar

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El camino hacia Europa es un mundo habitado por casi 60 millones de personas lejos de sus hogares a causa de la violencia, un mundo que de ser un país ocuparía el puesto 24 con mayor población del planeta.  38´2 millones son desplazados, personas dentro de sus países de origen y que todavía no han conseguido traspasar la frontera para formar parte de los 19´5 millones de refugiados. Debido a fundados temores de ser perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, son personas que solicitan acogerse a la protección de otro país, con el derecho que en 1951 establecía la convención sobre el estatuto de los refugiados.

La mayor crisis migratoria de nuestro continente, tras la segunda Guerra Mundial, encuentra a eritreos que huyen de la persecución política, somalíes que no quieren formar parte de la guerra en su país, palestinos que consiguieron salir de Gaza y a sudaneses y afganos, pero sobre todo encuentra a sirios.  7´6  millones de sirios desplazados en el conflicto y hasta 4 millones de refugiados huyen de la guerra, que en su quinto año, tras intentos de paz fallidos, parece no estar cerca del fin.

Por todos estos acontecimientos Europa, la Unión Europea, la Europa de las libertades, encuentra ahora las consecuencias de unas causas, que hace poco tiempo habitaban lejos de sus fronteras.

Las causas que mueven a los refugiados a dejar atrás toda la vida que conocen y salir en busca de una nueva, responden a la desesperanza y a las pésimas condiciones de vida que viven en sus países, en Siria tras años de guerra no se vislumbra ninguna solución al conflicto, creando una gran incertidumbre sobre el futuro; el alto coste de vida que impide acceder a necesidades básicas esta desencadenando en una pobreza creciente entre la población civil; la escasez de oportunidades convierte casi en imposible conseguir un trabajo con el que poder hacer frente a los gastos; la educación, muy valorada entre la población siria, no cuenta con posibilidades suficientes, que unido a la necesidad de nuevos ingresos en las familias tienen como consecuencia un aumento preocupante del abandono escolar; el sentimiento de inseguridad y la insuficiente ayuda destinada a los programas humanitarios no logra reparar las carencias que sufren los afectados, además las dificultades para renovar la residencia legal en algunos países hace que llegar a un país europeo tampoco suponga la meta del camino, sino una parada más hasta lograr la estabilidad que anhelan.

Cronología del camino desde Lampedusa hasta Europa.

En marzo de 2012, un año después de las primeras protestas contra el gobierno de Bashar al Asad, los refugiados no llegaban a 30.000, pasado un año eran 900.000 y debido a la expansión de grupos terrorista en 2014 alcanzaron los 2´5 millones, en este momento Acnur reiteró su llamamiento a las autoridades europeas, para que garantizarán el acceso de las personas refugiadas en necesidad de protección a sus países, de acuerdo con sus obligaciones legales y morales.

Fue tras la tragedia de Lampedusa, el 18 de Abril de 2015, donde fallecieron 700 personas que intentaban alcanzar Europa, cuando el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk convocó la cumbre extraordinaria que trataría las medidas para solucionar las tragedias migratorias en el mediterráneo. Finalmente, las medidas tomadas fueron doblar la presencia de barcos de rescate en esta zona y devolver a los inmigrantes a sus países de origen, en respuesta el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos calificó de xenófoba la política migratoria de la Unión Europea.

El 13 de mayo la comisión europea propone activar un sistema temporal de cuotas para distribuir a los refugiados que ya se encuentran en la Unión Europea y un mecanismo para acoger a 20.000 personas más, cuatro días después el gobierno de Hungría decide construir una valla fronteriza con Serbia que consiga, según sus palabras: “frenar la inmigración”.

Un mes más tarde, el 22 de julio, el reparto que propuso la comisión Europa a los estados miembros no logra cumplirse, sí al acoger 20.000 refugiados que se encuentran fuera de Europa, pero no al redistribuir los que ya se encontraban en el continente en diferentes países.

El 28 de julio ocurre el mayor intento de salto de valla en Calais (Francia), donde cerca de 2000 personas intenta alcanzar Europa y una de ella fallece provocando que Reino Unido y Francia reaccionen pidiendo una “acción global”, argumentando que“responder a esta crisis migratoria constituye una prioridad europea y una prioridad internacional”.

El 5 de agosto una embarcación con más de 700 personas, la mayoría procedentes de Siria y Palestina, naufraga frente a las costas de Libia, el mediterráneo sigue siendo una de las rutas más transitadas para los refugiados, pero también la ruta de los Balcanes, donde casi 2000 personas intentan cada día alcanzar Europa.

Debido a la gran cantidad de demandas de asilo que recibe Macedonia, el 20 de agosto, decide cerrar su frontera con Grecia, declarando el estado de emergencia por la llegada de refugiaos a su país. El mismo día Eslovaquia anuncia que no acogerá a refugiados musulmanes, convirtiéndose en el primer país en establecer un filtro para la acogida de personas con necesidad de asilo, mientras las costas de Libia presencian un nuevo naufragio con 200 fallecidos y la estación de trenes de Budapest cierra varias horas, cancelando los viajes internacionales el 1 de septiembre.

En este día, los medios de comunicación del mundo apuntan el despertar de “la conciencia de Europa” al publicar en sus portadas la imagen de un niño fallecido en playas turcas, donde murieron 12 personas más, intentando alcanzar otra vida, lejos de la guerra siria, es entonces cuando Merkel y Hollande acuerdan una nueva iniciativa común que incluye la organización, el reparto justo y la armonización adecuada de los refugiados dentro del contienen europeo, además del retoro de inmigrantes irregulares a sus países de origen.

El 9 de septiembre, Jean-Claude Juncker, presidente de la comisión europea anuncia a los estados miembros la obligación de reubicar en sus países a 160.000 refugiados que se encuentran en Italia, Grecia y Hungría.

A continuación, alegando motivos de seguridad, Thomas de Maizière, ministro del interior alemán decide establecer puestos de control en sus fronteras por el masivo flujo de refugiados que llega desde Austria, debido a esta situación, el 14 de septiembre, vuelve a celebrarse una reunión con los ministros del interior de Europa, que no logra establecer acuerdo sobre el reparto de cifras de refugiados para cada país.

En este contexto el gobierno conservador nacionalista de Hungría emplea gases lacrimógenos para impedir la llegada de refugiados desde Serbia. Acnur muestra su disconformidad y preocupación por las restrictivas medidas adoptadas por Hungría y las maneras con las que están siendo implantadas.

Finalmente, el 16 de Septiembre se aprueba el reparto de las 120.000 personas refugiadas que acogerá la Unión Europea, con los votos en contra de Hungría, Eslovaquia, República Checa y Rumanía.

Futuro incierto

Acnur encuentra la solución en la unión internacional, considerando que: “Europa ya no puede permitirse continuar con un enfoque fragmentado, que mida los esfuerzos para reconstruir la responsabilidad, solidaridad y confianza entre los estados y que esta generando caos y desesperación entre millones de refugiados”, ya que como mantenía Antonio Guterres:“Las personas no dejarán de buscar seguridad y una forma de sobrevivir en lugares lejanos si no se aborda la causa de raíz del desplazamiento forzado”.

Por tanto la crisis migratoria llegará a su fin cuando se encuentre una solución para Siria y el resto de lugares en conflictos, mientras, las personas refugiadas seguirán día tras días buscando lo que todos, una vida mejor, pero con la necesidad de encontrarla.

Laura Morato Hervás

Piezas sin puzzle; día del cooperante.

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Fotografía: Caroline Trutmann

Los lideres del mundo, en Europa y Estados Unidos, celebran hoy: el día del cooperante, cuando el  presupuesto destinado de cada país en cooperación para el desarrollo ni siquiera consigue alcanzar el 0,7%, al que se comprometió la comunidad internacional, mientras… las potencias económicas, apoyadas por los gobiernos que conducen sus intereses, siguen financiando guerras, publicando fotografías que ahora “conciencien al mundo” porque los textos de antes, sobre sus causas no ocuparon portadas, ni páginas y a la vez, consiguen regatearse cifras de refugiados e inmigrantes, fijándose en las consecuencias y sin que nadie quiera mirar a la causa.

Creo que Caroline Trutmann (fotógrafa de la imagen) y cualquier cooperante internacional, cambiaría la celebración de este día,con todos sus reconocimientos y fotos, por tener los medios para que Mwayuma y su hija Nadya le regalasen una sonrisa aun más brillante y fuerte con la que no sentirse pieza de un puzzle de la cooperación internacional que no encaja.

Laura Morato Hervás