«Vivir sin Prisa…Sabina y Serrat»

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“El tiempo no es oro, el oro no vale nada, el tiempo es algo mucho más valioso, más difícil de buscar y encontrar, lleno de posibilidades, realmente emocionante y preciado, el tiempo es tiempo. El tiempo es vida” José Luis Sampedro.

Vivir sin prisa, decidir que el tiempo no vive ni muere en un reloj,  querer a los instantes más intrascendentes para el mundo y la historia como a los inigualables protagonistas de los mejores capítulos, de un libro y una vida sobre ti, que te encantaría leer si algún día olvidas quien eres. Vivir los momentos como si no fueran a volver jamás, pero sin la responsabilidad de crearlos como algo único y especial, que no pudiera nunca recuperarse, aunque de manera distinta y creando algo nuevo, así como lo cantan Serrat y Sabina: “Hoy puede ser un gran día y mañana…también”

Serrat y Sabina, “El símbolo y el Cuate” cantan lo que dicen sus canciones, pero también la viven, sin prisa, a veces les dan las diez, las once, las doce y hasta la una, viviendo como quieren, dándole día libre a la experiencia, fijándose en las esquinas de cada calle del bulevard de los sueños rotos, dejando a la niñez jugar en la playa, escuchando el blues de lo que pasa en su escalera, pensando en la agonía de los peces fuera del agua. Y la vida, la condicionada por ellos mismos, sin destinos ni suertes, se lo agradece, tomándose, de vez en cuando, café con Serrat y descubriendo a Sabina, que las lágrimas más bonitas del mundo superarán cualquier sonrisa, porque nunca nadie, reirá como llora Chavela.

.Al ir sin prisa, la vida nunca  les ha  pasado por delante sin pedirles opinión, como si fuera un tren sin parada que les dejará en el andén de la estación, Serrat y sabina se han esforzado, sin poder ni querer evitarlo, por subirse en cada vagón, hasta cuando no tenían el billete que exigían a todo el pasaje, cuando hacían canciones de vida para los argentinos que en 1983 solo podían vivirla a través de ellos” escuchando lo que querían expresar en la voz de Serrat, abriendoles el corazón y la cabeza, desde detrás del muro que les separaba de la libertad, y emocionando a Estela de Carlotto, (presidenta de abuelas plaza de Mayo) al escuchar a Sabina cantar: “ya nadie me escribe diciendo no consigo olvidarte”. El tiempo y la vida nunca les ha dado miedo para cantar lo que sentían y pensaban y afrontar la consecuencias de una realidad, que a lo mejor, no es la que los peores pintores veían, cada día al despertar, pero es la realidad que necesitaban pintar.

Serrat y Sabina nunca han buscado pintar el verso perfecto para sus ideas y canciones y solo así lo han conseguido, jamás se hubiera entendiendo tan bien la vida con otra  rima, seguro que les toco desaprender e ignorar muchos: “venga que vamos tarde”, algún: “no tenemos tiempo para eso” y hasta: “si fueras más rápido, harías el doble” y aprender desde cero, que de tanto darse prisa llegarían tarde a vivir, como les hace felices, sin ir rápido para llegar a sitios donde no quieren estar, ni dejando sin acabar la canción con el  mejor final posible, porque ya han terminado de aparcar y así conseguir apartar a un lado lo urgente por lo realmente importante.

Quizás algún día, creo que no muy lejano, yo pueda empezar a hacer las cosas sin pensar en terminarlas y encuentre lo que no sabía que buscaba y así consiga aquello que empujo con mis latidos, mientras logro vivir sin prisa.

Laura Morato Hervás

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«La Noche del Mundo»

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“La Noche del Mundo” es el documental sobre la dictadura argentina entre los años 76 y 83  que ha supuesto un gran proyecto personal y profesional para sus creadores: Carolina Meloni, Ignacio Sacaluga y Fernando Ávila, quienes en la presentación del proyecto, han compartido su interesante experiencia, durante más de un año de camino en esta investigación y sobre todo durante el mes de rodaje, en el  que recorrieron Argentina, en busca de las historias perdidas que fueron escondidas en el silencio  y el miedo hace tiempo y que ahora, gracias al emocionante e interesante trabajo de sus directores, vuelven a gritar con fuerza.

“La Noche del mundo” es como lo denominaba Ignacio Sacaluga “un proyecto que tiene que hacerse”, de los que ponen en cada fotograma la importancia de tener presente los derechos humanos, que alguna vez se olvidaron, el pensamiento crítico y los valores éticos, en su forma audiovisual y a través de seis relatos de familias que durante más de 40 años buscaron a sus familiares en Argentina.

El origen de este documental se encuentra en la notificación que el equipo argentino de antropología forense envió a la familia de la directora Carolina Meloni en el que se informaba del hallazgo de uno de sus familiares, quien con veinte años fue secuestrado por el ejército argentino y de quien fueron hallados los restos hace un año en una fosa común, es entonces cuando nace la idea de este proyecto que recuerda a las cerca de 30.000 personas desaparecidas, a los más de 5000 presos políticos, a más de 500 niños robados y a los muchos testigos que sufrieron esta época de la historia de Argentina.

La investigación se centra en el Pozo de Vargas, un foso clandestino de más de 40 metros de profundidad, localizado en la provincia de Tucumán, al noroeste de Argentina, al que los directores de este documental han tenido acceso y la posibilidad de filmar lo que allí encontraron, ya que como afirmaba uno de sus directores “Solo mostrando el horror somos conscientes de que es”.

Carolina Meloni e Ignacio Sacaluga han destacado la colaboración que el juez de la causa quiso aportar al documental, mediante una entrevista y en respuesta a uno de los asistentes han aclarado que no encontraron ningún impedimento al realizar su investigación por parte de ningún organismo en Argentina.  Jesús Pozo, productor del documental, añadía el deseo de que España estuviera preparada para hablar de fosas comunes y errores que se cometieron en el pasado de nuestra historia más cercana tanto como ha demostrado estarlo Argentina “Lo hemos hecho allí esperando poder hacerlo aquí algún día” remarcaba.

El 29 de enero comenzó la aventura que los directores del este documental decidieron asumir impulsados por la necesidad de contar lo que los “ausentes: presentes” no pudieron. Ahora se enfrentan al atractivo reto de como narrar esta historia que continua hoy en día viva.

Ahora también “La Noche del Mundo” espera el momento de ver la luz que estuvo apagada en el fondo de un pozo durante casi 40 años y conseguir que de la necesidad de recordar los peores de la historia resulte no volver a repetirla nunca más.

Laura Morato Hervás

En este lado de la frontera

El camino hacia la frontera
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Este lado de la frontera es el sueño de alcanzarlo cada día para el otro lado, es la Europa que dice querer afrontar la segunda crisis migratoria más grande de nuestro continente, tras la segunda Guerra Mundial, donde los líderes del mundo, centran su atención en las consecuencias, en las mafias que explotaron los sueños de encontrar un futuro de oportunidades, comparándolo con un futuro de amenazas, que solo responde a la realidad de África.

Mbuyi Kabunda, profesor especializado en los problemas de integración regional, desarrollo, género, derechos humanos y conflictos en África explica como “los efectos se ven siempre más que las causas”. Los líderes europeos parecen actuar con esta premisa, reduciendo al mínimo, llegando incluso en muchos países a desaparecer, las ayudas al desarrollo y cooperación, mientras elaboran operaciones como mare nostrum, en el pasado, y actualmente tritón que solo cerca de sus fronteras, con un presupuesto de dos millones euros, consigan salvar vidas.

La mirada de Europa se queda en la frontera, no llega al continente africano, ni mucho menos  se investiga el ombligo más acá de sus playas, pero África está repleto de miradores y ventanas que solo dirigen sus ojos a este lado de la frontera.

Este lado de la frontera, se ve desde el otro, se mira desde fuera, a través de una valla, cerca de Melilla, desde un campamento de Nador o desde el monte Gurugú, se ve con los ojos repletos de sueños, que albergan realidades mejores, todas, en este lado de la frontera.

Este lado de la frontera, también se ve desde el mar, desde una barca a la deriva, que en este lado de la frontera intentan derribar, se ve la playa de Tarajal en Ceuta, se ve Lampedusa, Sicilia y hasta Malta y se mira con los mismos ojos repletos de sueños que en Melilla.

En este lado de la frontera, pretendiendo separar el primer mundo con el último, las cuchillas en la frontera en Melilla y los disparos en el mar de Ceuta, plantean la duda de cuál es cual. En el primer mundo, que nos han hecho creer que era, durante mucho tiempo, se limita la entrada de inmigrantes con armas empleadas en la edad media, reconociendo así, la imposibilidad de hacerlo de otra forma,  que corresponda más a la evolución de nuestra preparada sociedad en el orgulloso y destacado primer mundo.

La gestión y las políticas de inmigración de los gobiernos europeos, de unos colores en pasadas legislatura y de otros ahora, han dado como resultado el mismo dibujo de este lado de la frontera, pintando avalanchas de nieve, deshumanizando el paisaje, donde solo hay personas, creando siluetas de murciélago, donde vuelven a encontrarse solo personas y coloreando a inmigrantes ilegales, cuando  las personas de siempre,  que nacieron en un lugar que no eligieron quieren cambiar de lugar y no tienen papeles que se lo permitan.

Los dibujos imaginados rebotan en nuestra conciencia de primer mundo, que se esfuerza por ver la realidad que otros pintan y que necesita centrar la atención y las soluciones en los fallecidos en el Mar Mediterráneo, en Ceuta, en los devueltos en Melilla, en los que no consiguieron llegar a Europa y en los que lo consiguieron y ahora huyen para no ser descubiertos, además de en las personas que volverán hoy a internarlo buscando lo que todos, una vida mejor, pero ellos con la necesidad de encontrarla, en este lado de la frontera.

Laura Morato Hervás

Indiana Jones jamás será Marcos

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Marcos podría ser Indiana Jones. Si Indiana Jones fuera más valiente, algo más aventurero y sobretodo más luchador, si Harrison Ford no dispusiera de todas las comodidades de una estrella de Hollywood, o si se atreviera a vivir en una sociedad como la nuestra siendo Marcos. Quizás Indiana Jones jamás podría ser Marcos.

Conocí a Marcos andando aburrida por unos pasillos, hace unos días en un hospital de Madrid, parecía tan aburrido como yo, esperando a que la máquina de café se convirtiera en una máquina  de algo que nos apeteciera tomar o que al menos nos gustara un poco,  le dije un chiste que acaban de contarme sobre “inda-pendizarse del apéndice”, se río y cambio de gesto, sabía que realmente mi chiste no tenía gracia, entonces con la habilidad que tengo para hacerme amiga de toda la vida con personas que conozco hace cinco minutos, supe que él sería una de ellas.

Marcos es…el mayor friki de las películas de Indiana Jones, de las tres películas, porque afirma que nunca se rodó una cuarta llamada “La Calavera de Cristal”, en la que apareciera su Indiana Jones, Marcos es arqueólogo, le gustan las letras de Sabina pero no su voz, los chistes sin gracia,  porque reflejan la valentía de quién los cuenta y jamás viajaría a un lugar, sobre el que le hubieran hablado antes, Marcos tiene ahora 28 años y desde los 22 también es más valiente que antes, desde que padece una dependencia severa de grado 3, tras sufrir un derrame medular, por el que quedó tetrapléjico, su familia se dedica desde hace seis años, todas las horas del día, todas las semanas del mes y todos los meses de cada año a cuidarle desde entonces, siempre tiene cara de enfadado para que tengas más fácil la posibilidad de saber que le estás haciendo feliz, cuando él quiera, simplemente con una mueca distinta, que se parezca a algo así como a una media sonrisa.

Empecé a contarle algo (que no recuerdo) los cinco minutos siguientes de ser amigos para toda la vida mirando una máquina de café , algo por lo que estaba muy indignada y mientras se me iba la vida contando algo tan importante, como para ahora no recordarlo, escuchamos de lejos a  su enfermera preguntando donde  estaba el paciente discapacitado de la habitación 309 para darle la cena, como siempre tuve que hacerme la lista y como si él no lo hubiera oído, le dije ¿quizás eres tú no? Y me contesto (seguro que lo  tenía pensado  y preparado de otra vez) que él no se llamaba así y ella lo sabía, él no era “el discapacitado”, me dijo que  todas las enfermeras  se pasaban el día rompiéndose la cabeza haciendo juegos de eufemismos imposibles para no ofenderle, mientras el fingía  estarlo y a ninguna se le había ocurrido llamarle por su nombre,  Marcos es discapacitado para realizar cualquier movimiento, conoce mejor que nadie sus limitaciones pero también todas las demás características que hacen de él ser quién es, Marcos y no cualquier otra personas discapacitada.

En España hay cerca de 1.000.000 de personas dependientes, que no son solo eso, pero que lo son y que necesitan de otras personas para poder ser el resto de cosas que quieran y desarrollar el resto de sus capacidades, en diciembre del año 2006 se aprobó la ley de dependencia que prometía nuevas realidades para Marcos y cerca de 999.999 personas más ,  la ley que les  prometía la posibilidad de poder tener una mejor calidad de vida, con ayuda para los familiares que limitan sus vidas para cuidar de sus familiares o conocidos, la ley que dibujada en el futuro cercano la  posibilidad de hacer frente a los cuantioso gastos económicos que tienen que invertir en acondicionar sus entornos para llevar a cabo su vida de la mejor manera posible.

Tras estas promesas convertidas en ley, en vigencia y modificada con reales decretos  que jamás se cumplió, como alguien pretendió, se recortaron 822 millones de euros en ayudas a la dependencia y Mariano Rajoy esta vez, sí cumplió su programa electoral al declarar que: “La ley  de dependencia no es viable, hay que ir haciendo lo que se puede”, no reparó en que quizás, ese es el motivo por el que se impulsó esta la ley, la no capacidad de poder hacer lo que podrían, pero Marcos no espera la solidaridad de nadie, ni encontrar en la caridad, el sustituto de la justicia social que le corresponde.

Cuando me marchaba encontré que había una maquina en la planta 0 que tenía Café, pero también Chocolate y leche,  fui corriendo a decírselo a Marcos y volvió a cambiar la cara de enfadado, para que yo supiera que le había hecho feliz, al día siguiente me enteré que no podía tomar lactosa, pero quise creer que “la posibilidad que yo le había dado de que algún día pudiera hacerlo le hizo feliz y le impulso las ganas a conseguirlo”.

Indiana Jones jamás conseguiría ser Marcos.  Indiana Jones solo podrá  morder ese cuchillo como Marcos muerde cada día la vida.

Batman, comienza la aventura de Bruce Wayne

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Los mayores valientes siempre tienen miedo antes de serlo, las mejores razones no significarían nada si la locura no existiera y ningún superhéroe tan increíble como Batman podría buscar el bien de su ciudad si no entendiera mejor que nadie el mal.

Batman sería solo un superhéroe  más, que intenta proteger el mal de toda una ciudad, si la obsesión y la ira de Bruce Wayne no dieran sentido a su lucha contra los villanos.

Siempre había escuchado hablar de Batman como un superhéroe salva-mundos más y estuve ignorándole, hasta hace tan poco tiempo , que aún sigo emocionada intentado descubrir nuevas cosas sobre él, pero entonces y una vez, descubriéndome nuevas realidades, llego Christopher Nolan, para hacerme entender que Batman no era un personaje tan simple como para intentar salvar la humanidad sin tener poderes, con golpes fuertes, coches increíbles y botas de acero, el increíble Batman es solo una consecuencia del más increíble todavía Bruce Wayne, que desde siempre Frank Miller pensó en sus comics y que no descubrí entonces.

Ahora, como la mayor friki de la historia, sé que con Batman he entendido los límites de la locura, que el Joker es solo la otra interesante cara que Bruce Wayne y todos tenemos e intentamos controlar en los días malos, cuando dibujaríamos sonrisas conducidos por la misma obsesión con la que Batman intenta salvar la humanidad. Lo que más miedo da es entender al Joker argumentar con sus razones y creer que cuando dice “A nadie le entra el pánico cuando algo ocurre según lo previsto, aunque lo previsto sea terrible” tiene razón, o sentirme a veces identificada cuando cree ser “un perro que corre tras los coches y que no sabría qué hacer si alcanza uno”.

Batman ha superado a quien solo veía en él al superhéroe caza villanos en las películas de Joel Schumacher, los finales de parque de atracciones de Tim Burton, la deformación de su personaje sin Bruce Wayne en todas las series y películas de los años 60 y 80, de los que no he podido ni acabar de ver un capitulo, incluso ha superado la censura de una Guerra Fría que veía en su relación con Robín, la mayor historia de amor homosexual, además, superará a Ben Affleck intentando con su cara de papelazo en Argo interpretar a alguien tan complejo como Batman sin mascara. Bruce Wayne tenía razón “Como hombre soy de carne y hueso, pueden ignorarme o destruirme pero como símbolo puedo ser incorruptible, inmortal, algo primario, algo aterrador”

Aun así Batman nunca será EL INCREIBLE BRUCE WAYNE que todavía “vive como un héroe antes de vivir lo suficiente como para haberse convertido en villano”.

Comienza la aventura…

Laura Morato Hervás

La libertad en Auschwitz tras 70 años

"La vida es Bella". Roberto Benigni

«La vida es Bella». Roberto Benigni

Publicado en Roostergnn

La libertad, aquel 27 de enero de 1945, se entendió como nadie, nunca antes, fue capaz de explicar, por este motivo se celebra el 70 aniversario de la liberación de las víctimas de Auschwitz-Birkenau, el momento, en el que las razones de un mundo, creado injusto, encerrado y lleno de miedo, desaparecieron.

Tras la invasión de Polonia por las potencias del Eje, encabezadas por Alemania, en la Segunda Guerra Mundial, el mundo cambió para siempre y construyó el recuerdo más triste, sobre el que sentimos el deber de mantener en la memoria, como parte del peor pasado y con la necesidad de pensarlo en el presente, para mantenerlo lejos en el futuro.

El odio a lo diferente se apoderó del mundo y creo una ideología, que sin derechos humanos, creaba un lugar sin sitio para los judíos, que eran destinados a otros, repletos de violencia y  miedo, donde  los distintos eran juzgados y las semejanzas ignoradas.

Dejaron huellas, aquellas victimas del Holocausto que sintieron su voz silenciada, guardaron  sus gritos para tiempo mejores, que  consiguieron soportar el paso del tiempo.

Desde entonces no paramos de escuchar silencios convertidos en gritos, que relatan desde 1939 hasta 1945, años llenos de vida entre la muerte, donde los supervivientes narran el dolor del cuerpo y la mente, mirando al pasado y recuperando los ojos de esperanza de aquel momento, mientras esperaban el fin de aquella situación.

Seis millones de judíos no vieron el paisaje que soñaban, rendidos por el cansancio y la muerte a la que eran conducidos, aun así, sus silencios no desaparecían, eran recogidos por nuevas voces que gritarían como ellos mismos pasado un tiempo, que 70 años después, ha llegado…

Regina Endelberg sobre el momento de la liberación: “La vida cambió, llevaba mucho tiempo haciéndolo, pero nosotros tomamos consciencia en un instante, nos trasladaron y nos dijeron: “No se preocupen, ustedes van a ahora a un lugar bueno, seguro, donde no les va a faltar de nada, cojan sus pertenencias, llévense todo lo que quieran”

Rudolf Vrba sobre Auschwitz: «Había un lugar llamado la rampa, a donde llegaban los trenes con los judíos. Llegaban día y noche, a veces un tren por día y a veces hasta cinco… Constantemente desaparecía gente del corazón de Europa y llegaban al mismo lugar, sin sospechar cuál había sido la suerte de quienes llegaron antes que ellos. Y toda esa gente… yo sabía que en dos horas el 90% de ellos morirían en la cámara de gas.

Ruth Brand: “Me gusta pensar que a mí me permitieron sobrevivir, para que luego pudiera contar lo que había sucedido allí, para trasmitir al resto del mundo un mensaje y no solo para recordar a nuestra familia, sino para asegurarnos que nunca jamás vuelva a suceder algo igual”

Millones de historias en voces, películas, cuentos, canciones y comics de ilustraciones conmovedoras, que recuerdan la historia de un tiempo, que nunca debió ocurrir, y que su existencia nos obliga a que jamás debemos olvidar.

Para siempre, queda recordar la historia, cada día, cada instante, cada idea, cada nuevo discurso político que escuchemos hoy en el mundo, cada símbolo de poder por encima de otros, cada sentimiento de superioridad hacia los iguales, recordar también el odio y el miedo, aunque sea en ocasiones doloroso, solo así podremos mantenerlos lejos.

Laura Morato Hervás

Pájaros en la cabeza

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“Soy un soñador práctico lo que yo quiero es convertir mis sueños en realidad” Mahatma Gandhi

Las ideas son “pájaros en la cabeza”, o al menos eso dicen algunas personas cuando escuchan las mías, si es así… entonces tengo todos; con y sin pico, nocturnos y  diurnos, tengo loros parlanchines y alguna ave muda, también con plumas de todos  los colores y con plumaje solo en blanco y negro y hasta alguno que no vuela y jamás cambiaría a ninguno de ellos, ojalá todos se pudieran  quedar siempre conmigo.

Algunos emigran de mi cabeza por cualquier motivo, a veces no les dedico suficiente tiempo o no les otorgo demasiada importancia, como el pájaro de ser presidente de gobierno (un día me dejó de parecer relevante para lo que yo quería en mi vida) o como  el pájaro de ser astronauta (aunque este pájaro a veces viene de visita y se queda unos días, antes de volver a marcharse) pero…pensándolo bien… hay astronautas…existen… ¿porque no puedo ser yo uno de ellos? Ale ya está aquí otra vez, pero….

Hay uno diferente, que desde siempre está presente en casi todo lo que pienso y  por consecuencia  que digo y hago y que siempre, aunque se pase el día volando, viene a dormir conmigo para despertarme al día siguiente y recordarme que tengo que levantarme un día mas, alcanzarlo y convertirlo en  realidad o para hacerme saber que todo lo que haga, hasta conseguirlo, valdrá la pena y además me gustará, creo que hasta me hará feliz, porque no creo que haya manera más egoísta y fácil de conseguirlo que apropiándote de la felicidad de los demás, aunque la produzcas tú.  Este es el pájaro globalización, pero bien entendida, como conciencia global por un mundo que pretenda y consiga ser mejor, más justo y equitativo (aunque tampoco le importaría quedarse en cambiar, un poquito, un pedazo de mundo, del lugar donde decida vivir  o que su decisión individual de ayudar a quien lo necesite,  impacte en la mejora de vida de otras personas, aunque sea un rato).

Jaume Sanllorente, fundador de “Sonrisas de bombay” en el libro “El poder de las sonrisas” escribió algo que un día decidí repetir siempre que contaba mi idea y por eso  creo que nunca dejarán de llamarla “pájaro en la cabeza”, pero que no dejaré de decirlo nunca, a pesar de lo cursi que suene o lo piensen, porque yo creo que tiene razón: “El mundo es como un muro sin pintar. Si todos pensamos que con nuestro pequeño bote de pintura no lograremos pintar todo el muro, no lo haremos y nos quedaremos sin pintar nada, el muro jamás cambiará de color, pero sí en cambio, alguien se anima  a pintar un trozo, otros también podrían hacerlo y así lograr colorear el muro del mundo”

Además las personas que llaman a mis ideas pájaros en la cabeza son más idealistas, abstractas y cursis que yo, o que lo que pueda decir Jaume Sanllorente, creen que solo haré mi idea realidad, si Dios así lo quiere, si el destino lo ha escrito, o si  la suerte me sonríe y ni siquiera se paran a pensar que con mi esfuerzo, tiempo y ganas (bueno y algo de dinero, mejor muchísimo dinero, que espero genere las tres anteriores) podría hacer de mi idea, la meta conseguida, para el camino por el que quiero andar.

Tendré que aprender muchísimo, de la inmensidad de temas que no sé y de los que no tengo ni idea y cometeré muchos errores, que espero poder asumir, aunque, de momento, tampoco sé perder, pero solo así aprendo, ya puedo ver a alguien  que ha intentado lo mismo que yo, llorando por no conseguirlo, que un segundo después voy yo a repetirlo, por si me sale bien a mí, y no importa lo que me digan, que tengo que hacerlo yo, aunque no sepa, también quizá así pueda encontrar un hueco para decir “Todo lo que sé, se lo debo a mi ignorancia” y citar a  Platón, que seguro que da prestigio a mi pájaro en la cabeza para algunos, y a lo mejor así,  empiezan a valorar mi idea de manera tan realista como lo hago yo y hasta puede  que se les parezca a sus maduras, rentables y reflexivas   “ideas de futuro de verdad”; estas no importa lo poco meditadas que estén, lo que sacrifiquen, ni a quien se le ocurran, puede ser a cualquiera, alguien que no recicle vidrio o al que le haya gustado la última película del hobbit, que sí  ha conseguido despejar sus pájaros en la cabeza y ha alcanzado la madurez, su idea será mejor modelo de vida, para cualquiera, que mis pájaros en la cabeza, jamás pensaran que cada uno vivirá realmente feliz “si se hace a si mismo lo que es” y no interpretando un papel, en una idea en la que no cree y que seguramente sea perfecta para la mayoría, o para otros, pero creo que es entendible que quizás no para todos porque al final yo creo que las ideas y las personas maduras siguen el mismo camino que las manzanas, cuando están maduras y con un dulzor insoportable se las comen o sino se pudren enseguida.

Hoy en Madrid, distrito de Arganzuela, calle canarias, comienzo una nueva aventura, que continua el camino por el que he decidido andar hacia la meta, mi preferido pájaro en la cabeza, porque quizás no consiga cambiar el mundo hoy, no  soy tan ilusa para creer eso, además ahora con el nuevo año, los días no laborables y eso… creo que puedo esperar hasta pasado mañana, pero voy a ir empezando hoy, porque tampoco he aprendido a esperar.

Aunque tampoco os preocupéis si no llego a la meta, o si quiero entretenerme mucho en cada paso, que dicen que “la felicidad es el camino” y creo que al final,  la meta  va a ser solo una excusa para ir por donde quiera y  si por casualidad la alcanzo, la meta  será solo el instante anterior de empezar con un nuevo pájaro en la cabeza.

Mandela en los sueños reales

Libro "El Factor humano"

Libro «El Factor humano»

Cuando cambias las razones de mundos injustos y creas libertades llenas de ideas diferentes, no desapareces, solo dejas de enseñar.

 “Todas las sociedades aspiran, conscientemente o no, a utopías de un tipo u otro. Los políticos comercian con las esperanzas de la gente de alcanzar el cielo en la tierra. Como no es posible, las vidas de las naciones, como las de las personas, son una lucha perpetua por hacer realidad estos sueños”. John Carlin

Mis sueños no eran pequeños, decía: “yo quiero hablar con Nelson Mandela y José Luis Sampedro y caerles bien”, también en algún tiempo, mucho más lejano, dije: “Quiero ser princesa” pero esté, no consigo recordar porqué, ni en qué momento cambie tanto, aun así, no era un sueño igual al anterior, nunca busqué un vestido precioso, ni una corona, ni una carroza, ni siquiera unos zapatos de cristal  para intentar serlo, ni estando dormida. Los sueños de verdad ocurren cuando estamos despiertos, dispuestos a crearlos, a luchar contra todo y todos por ellos, a construirlos día a día sin creer en hadas madrinas, en casualidades, suertes, ni destinos que los hagan posibles.

Así que, aunque sin darme cuenta entonces, empecé a soñar estando muy despierta, tenía que hacerlo muy rápido, ni Jose Luis Sampedro ni Mandela me esperarían siempre, al final no me dio tiempo a hablar con ellos, aunque creo que les hubiera caído bien, pero seguí haciendo lo mismo que hasta entonces, sin volver a darme cuenta, entendí que mis sueños eran solo la meta que buscaba para andar por  el camino que quería, además ¿qué me hubiera dicho Mandela que no le hubiera dicho ya a la humanidad, durante 95 años de vida, 27 en Robben Island y  5 años como presidente de una Sudáfrica sin guerras, que parecían inevitables, entre blancos y negros?.

Casi todo lo  que dijo Mandela  podía buscarlo y lo encontré, pero todo lo entendí el otro día, por las páginas de “El factor humano “de John Carlin, siempre encontré a Mandela como “el presidente de la humanidad”  pero hasta que no encontré este libro no sabía realmente todo lo que significaba, la fuerza de una idea, las reuniones secretas imposibles y a la vez conciliadoras entre adversarios, el respeto después del odio, y el lugar de paz en tiempos conducidos a la guerra.

Necesitamos más Mandelas, con otros nombres, pero con los mismos sueños e ideas con los que todos los líderes políticos simulan  parecer estar de acuerdo, quizás si  los presidentes del mundo que decidieron acudir al funeral de Mandela además de admirar, elogiar y recordar a Mandela decidieran arriesgar todo lo que ahora tienen por seguir ese ejemplo que tanto admiran, no necesitaríamos Mándelas.

Estamos en el mismo mundo que los sueños que Mandela y nosotros somos capaces de convertir en realidad con mucho esfuerzo y muchas ganas de conseguirlo pero también  convivimos con las injusticias que creamos, condenados a vivir con ellas si no intentamos cambiarlas y que no vuelvan a repetirse en la historia.

“Lo mejor  de todo lo bueno que ha ocurrido es que puede volver a ocurrir”.  Desmond Tutú

Laura Morato Hervás

Ayer encontré al no-ministro que perdí

 

.Las cerezas

Ayer encontré a Alberto Ruiz Gallardón tras perderlo por alguna legislatura.

Sabía que lo haría, sabía que dimitiría, quizás parezca muy ventajista leer esto ahora, así que reconoceré que jamás pensé que sería ahorcado por el gobierno que le dio la cuerda y la apretó hasta el final, mientras él debió asentir encantado.

Aun así, ayer le encontré o al menos vi un reflejo muy claro del Alberto Ruiz Gallardón que conocí antes de asumir el ministerio de justicia, donde en algún momento le perdí mientras se mostraba convencido y temiblemente orgulloso de un Anteproyecto de ley: autoritario, dictatorial e injusto que prevalecía el derecho a la vida de algunos no-nacidos, al derecho de todas las mujeres sin tener en cuenta situaciones de ningún tipo, tampoco esta ley protegía a todos a los que pretendía, solo defendía el derecho a nacer, pero se olvidaba del resto de la vida de las personas, tanto madres como hijos, sanos y enfermos, que también se veían obligados y condenados a nacer sin posibilidades de realizar sus vidas como merecen, además Gallardón al dejar de ser quien siempre pareció, limito la justicia, dejándola solo al acceso de unos pocos que pudieran permitírsela, creó el ministerio de justicia más injusto en mucho tiempo. Supongo que el motivo de todo esto no sería capaz de entenderlo o quizás sea algo tan oscuro, simple y antiguo como que el poder corrompe.

El final de su carrera política quizás sea el reencuentro definitivo de Alberto Ruiz Gallardón con el no-ministro que representaba y defendía la mejor derecha democrática, por la que Franco detuvo a su padre, y que entendía y razonaba con mi mejor y peor izquierda, capaz de  razonar y crear el sueño de una política diferente a la actual, donde la política recuperará su significado, capaz de construir las ideas que hagan del mundo el cuento de hadas con el que comparaba la política hace un tiempo no muy lejano.

Ayer me pareció ver, quizás dibujado por mis ganas, al Gallardón que se reía con Joaquín Sabina y Julia Otero en Las Cerezas  sobre sus diferencias y semejanzas, el que parecía crear, hablando con ellos, la mejor democracia de todas donde realmente parecía posible construir un lugar para todos independientemente del partido al que hubieras votado en las últimas elecciones.

Mientras sucedía aquel importantísimo encuentro  en Las Cerezas de 2004,  era muy pequeña para reconocer que lo que allí ocurria era realmente especial y casi imposible de volver a ver, aun así, fui capaz de recordar algo, despertó algo, imposible saber el qué, que logró que muchos años mas tarde y por alguna casualidad, en la que no creo, me hiciera recordar que tenía que buscar aquel encuentro y entenderlo como no pude entonces para descubrir al Gallardón no-ministro con el que hubiera inventado un mundo.

 

Ayer encontré al Gallardón que no se encontraba a gusto en la oposición y al que injustamente se le crítica por ser el ambicioso que no ocultaba querer llegar al poder para construir lo que realmente consideraba mejor.

Además le gustaba El Intermedio, eso seguro que siempre significó algo, aunque en algún instante de los últimos tiempos hubiera decidido desintonizar La Sexta y olvidarse de todo, también recuerdo que a Esperanza Aguirre no le caía del todo bien y siempre he pensado que tener algunos enemigos en ocasiones te define de manera positiva y hasta te hacen mejor, eso seguro que también significaba algo.

Albero Ruiz Gallardón se marcha, o le echan, o lo que sea que le deje el tiempo para que recuerde quien siempre creí que es.

 Laura Morato Hervás